LIBRE.
Nombre: John Lepore.
Edad: 27 años. 16 de Julio de 1989.
Historia: Nació en Italia. Su padre trabajaba en una empresa local y su madre era ama de casa. Se crío allí, en un hogar humilde que marcaría toda su vida y su personalidad. Que le ayudará a saber valorar todas las cosas que consiguió en un futuro.
Desde pequeño, y antes de cumplir los 7 años, su padre se quedó en el paro, y, por lo tanto, usaron todos los ahorros que les quedaban para enviar a John a Estados Unidos con sus tíos paternos. Su nuevo destino era Nueva Jersey.
Sus tíos eran de mejor condición económica y pudo asistir a una buena escuela local. Allí empezó de nuevo, y se esforzó en cada materia para conseguir la mejor nota posible.
Destacó en todas las asignaturas relacionadas con el arte, y posiblemente se debía a su origen italiano. Amaba cada escultura, lienzo… Y sin duda, cuando le llegó la oportunidad, se decidió a especializarse en ello.
Desde que llegó al nuevo estado conoció a Zenda, y desde entonces fueron buenos amigos. Inseparables.
Destacó pues, por sus altas notas en todo lo relacionado con el arte. Y tras graduarse, fue aceptado en una escuela local para impartir Escultura. En ese momento se separó de sus buenos amigos, lo que le dolió, pero al menos contaba con trabajo.
No sería hasta un par de años después que fue contratado para Princenton University. La universidad llevaba un tiempo tras la pista de su currículum y por fin podían contratarlo, para impartir Escultura. Sin dudarlo, John aceptó su nuevo trabajo. No solo le gustaba poder impartir en aquella Universidad, también sabía que su amiga Zenda se encontraba allí, y, por ende, quería darle una sorpresa.
Personalidad: Desde siempre ha sido un hombre carismático. Por lo tanto, siempre se le verá alegre y divertido, sacando puntas de humor a todo lo que lo merezca. Normalmente usa su humor para mejorar el ánimo a los demás y para pasar más ameno el tiempo. Le gusta su trabajo, y se ha esforzado para conseguirlo. En las clases no deja de lado su carisma, pero no olvida sus obligaciones, y por lo tanto puede llevar a ser serio y perseverante cuando es necesario. Por lo tantos sabe adaptarse al momento.
Asignatura que imparte en la universidad: Escultura.
Club al que ayuda: Club de arte.
FC: Ryan Reynolds.
Curiosidades:
Desde pequeño amaba la cultura italiana y aquello lo llevó a amar el arte.
Desde que consiguió trabajo, envía ayudas económicas a sus padres en Italia.
Los primeros años con sus tíos paternos fueron difíciles para él. Y no fue hasta que supo que sus padres podrían mantenerse cuando comenzó a concentrarse en la escuela.
Sus mejores años los pasó en la Universidad, y el separarse de sus amigos le dolió. Porque significaba que debía comenzar otra vez de nuevo.
Siempre estuvo interesado en la Universidad de Princenton, aunque estudiara en otra.
Piensa volver a Italia y seguir impartiendo clases allí. Pero primero quiere pasar un tiempo en Princenton.
Nombre: John Lepore.
Edad: 27 años. 16 de Julio de 1989.
Historia: Nació en Italia. Su padre trabajaba en una empresa local y su madre era ama de casa. Se crío allí, en un hogar humilde que marcaría toda su vida y su personalidad. Que le ayudará a saber valorar todas las cosas que consiguió en un futuro.
Desde pequeño, y antes de cumplir los 7 años, su padre se quedó en el paro, y, por lo tanto, usaron todos los ahorros que les quedaban para enviar a John a Estados Unidos con sus tíos paternos. Su nuevo destino era Nueva Jersey.
Sus tíos eran de mejor condición económica y pudo asistir a una buena escuela local. Allí empezó de nuevo, y se esforzó en cada materia para conseguir la mejor nota posible.
Destacó en todas las asignaturas relacionadas con el arte, y posiblemente se debía a su origen italiano. Amaba cada escultura, lienzo… Y sin duda, cuando le llegó la oportunidad, se decidió a especializarse en ello.
Desde que llegó al nuevo estado conoció a Zenda, y desde entonces fueron buenos amigos. Inseparables.
Destacó pues, por sus altas notas en todo lo relacionado con el arte. Y tras graduarse, fue aceptado en una escuela local para impartir Escultura. En ese momento se separó de sus buenos amigos, lo que le dolió, pero al menos contaba con trabajo.
No sería hasta un par de años después que fue contratado para Princenton University. La universidad llevaba un tiempo tras la pista de su currículum y por fin podían contratarlo, para impartir Escultura. Sin dudarlo, John aceptó su nuevo trabajo. No solo le gustaba poder impartir en aquella Universidad, también sabía que su amiga Zenda se encontraba allí, y, por ende, quería darle una sorpresa.
Personalidad: Desde siempre ha sido un hombre carismático. Por lo tanto, siempre se le verá alegre y divertido, sacando puntas de humor a todo lo que lo merezca. Normalmente usa su humor para mejorar el ánimo a los demás y para pasar más ameno el tiempo. Le gusta su trabajo, y se ha esforzado para conseguirlo. En las clases no deja de lado su carisma, pero no olvida sus obligaciones, y por lo tanto puede llevar a ser serio y perseverante cuando es necesario. Por lo tantos sabe adaptarse al momento.
Asignatura que imparte en la universidad: Escultura.
Club al que ayuda: Club de arte.
FC: Ryan Reynolds.
Curiosidades:
Desde pequeño amaba la cultura italiana y aquello lo llevó a amar el arte.
Desde que consiguió trabajo, envía ayudas económicas a sus padres en Italia.
Los primeros años con sus tíos paternos fueron difíciles para él. Y no fue hasta que supo que sus padres podrían mantenerse cuando comenzó a concentrarse en la escuela.
Sus mejores años los pasó en la Universidad, y el separarse de sus amigos le dolió. Porque significaba que debía comenzar otra vez de nuevo.
Siempre estuvo interesado en la Universidad de Princenton, aunque estudiara en otra.
Piensa volver a Italia y seguir impartiendo clases allí. Pero primero quiere pasar un tiempo en Princenton.
LIBRE.
✿ Nombre: Afrodita Karigaris.
✿ Edad: 27 años.
✿ Historia: La historia de Afrodita da comienzo en un coqueto pueblo costero de una de las muchas islas que poblan el mar Egeo, siendo esta en concreto la isla de Creta, famosa por el eterno mito del minotauro, aquel que su padre acostumbraba a contarle a Dita desde que era una niña.
Pero su historia, que debería haber comenzado con su propio sollozo al llegar al mundo, no sucedió de tal manera, ya que fue el sollozo de Evangelos Karigaris, su padre, el que inundó la pequeña clínica de maternidad del hospital cuando le comunicaron que Helena, su mujer, no había sobrevivido al complicado parto que había durado una totalidad de 49 horas en las que la vida de la madre había tenido que ser sacrificada a fin de salvar a la recién nacida.
Desde que los claros ojos de Afrodita observaron el mundo al cual había venido, lo habían hecho con una tranquilidad impropia de un bebé tan pequeño, que durante sus primeros meses de vida no había hecho otra cosa más destacable que no fuese dormir, llegando a plantearse en ocasiones su padre si aquella cosa tan pequeña y tan silenciosa había merecido tanto la pena como para perder a la mujer a la que amaba con todo su corazón.
Evangelos era un hombre humilde pero que contaba con una honradez que valoraba por encima de todo, siendo conocido en la ciudad de Heraclión por su extremada franqueza. Aunque se dedicaba a la pesca y aquello no podía permitirle una vida llena de lujos, siempre intentó compensar de alguna manera la ausencia de una figura materna para su hija, a pesar de que esta nunca hacía preguntas, por lo que era su padre quien siempre le hablaba de su madre a pesar de que Afrodita manifestase un nulo interés.
Parecía ver la vida de una manera distinta a los demás, prefiriendo hacerse las preguntas a sí misma y siendo quien buscase las respuestas costase lo que costase, antes que manifestar sus dudas en voz alta, arriesgándose a recibir una respuesta incorrecta que la frustrase por su inexactitud, algo que odiaba.
Desde que empezase el colegio, sus maestros se dieron cuenta que tras su silencio se escondía una gran curiosidad y necesidad por saber todo cuanto sucediese a su alrededor, queriendo comprender y buscar una explicación a cualquier fenómeno, siendo esto un signo de la que la niña manifestaba una inteligencia ligeramente superior a la media, confirmándolo las pruebas que denotaron su alta capacidad, lo que le valió que le adelantasen un año escolar, buscando un mayor beneficio para Afrodita.
Aunque no tenía muchos amigos, aquellos que tenían sabían valorar su presencia, aunque desde luego la joven prefiriese mil veces quedarse acurrucada en el sofá de la casa de su padre memorizando los datos de población de los países que encontraba en un atlas que había encontrado en la estantería del salón, atlas que más tarde se enteró gracias a su progenitor que había pertenecido a su madre.
A pesar de que previamente no hubiese manifestado interés, o apego, hacia los recuerdos que su padre le contaba de su madre, saber que esta había compartido de alguna manera sus mismos gustos hizo que sintiese una repentina curiosidad por la figura de su difunta madre, conociendo de esa manera que había sido profesora en una de las escuelas de su ciudad.
Fue así, a la edad de trece años, que decidió que lo que quería hacer era enseñar los conocimientos que almacenaba en su cabeza, siendo profesora, tal y como su madre lo había sido hasta su muerte, desarrollando de esa manera un peculiar vínculo con su progenitora, satsifaciendo así a Evangelos, quien dudaba que su hija tuviese sentimientos más allá de los libros.
A los diecisiete años le comunicó a su padre una noticia que para ella era nimia, más curiosidad que una necesidad verdadera de alejarse, pero que para el hombre fue como volver a sentir el dolor por la pérdida de su mujer una vez más: Afrodita había recibido una cuantiosa beca por parte de una prestigiosa universidad americana mediante la cual podría cursar de manera gratuita y sin tener que preocuparse por ningún tipo de gasto la carrera que quisiese.
Sin hacer caso a las primeras oposiciones del hombre, que tras asimilarlo durante un par de días vio que quizás lo mejor para su hija sería que conociese el mundo fuera de la isla, la joven griega empaquetó en apenas tres maletas medianas toda la vida que había tenido hasta entonces en el pueblo costero, siendo lo primero en viajar con ella aquel atlas que había despertado su vocación docente.
Allí se vio inmersa en un curso relacionado con el intercambio de alumnos extranjeros en la universidad, siendo emparejada con una estudiante latinoamericana que estaba en su curso pero sin realizar la misma carrera, siendo entonces que Barbara, la compañera que le habían asignado, cursaba una Ingeniería.
A pesar de tener unos caracteres totalmente opuestos y que Dita no solía querer establecer contacto con ninguna persona que ella misma no hubise valorado detenidamente de manera previa, la necesidad de no verse totalmente sola en un nuevo país y la vivacidad de la muchacha la acabaron por convencer.
En la universidad, por insistencia de quien había llegado a convertirse en su mejor amiga, a pesar de ser práticamente la única persona allí que gozase de la calidad de amistad para con Afrodita, se unieron ambas a la fraternidad de Delta Kappa Épsilon, donde la mayor insistió en que compartiesen habitación.
Durante las noches Afrodita ayudaba a estudiar a Barbi, como ella la llamaba, aunque lo veía innecesario ya que su mejor amiga no necesitaba estudiar al saber hacer cálculos de fluidos a la vez que hacía el pino, prácticamente. Fue durante una de esas noches que la latina la besó, sin pedirlo y sin consultarlo con la griega, quien no sabía ponerle nombre a los sentimientos que ésta había despertado en ella, totalmente novedosos.
Pasaron los cuatro años de sus respectivas carreras compartiendo juntas tanto el día como la noche, descubriendo Dita de la mano de su amiga, a la cual seguía empecinada en llamar así, tanto el mundo del sexo como de lo que se podría calificar de amor, aunque era un nombre que no le gustaba, no se veía en la necesidad de ponerle un nombre a los sentimientos que la contraria despertaba en ella, sólo quería estar con ella sin más presiones, algo que Barbara aceptaba por sus propios sentimientos.
Cuando acabaron los estudios universitarios, ninguna quiso separarse de la otra, por lo que Afrodita le propuso a su mejor amigaba que viajase con ella a su país natal, a Grecia, donde ambas pasaron un año con el padre de la menor.
Estando en Grecia, tras cinco años en su compañía, fue cuando Barbara por fin se lanzó a preguntarle cuál era la relación que había entre ellas, despertándola en medio de la noche al no poder contener más la necesidad que sentía por aquella respuesta, en una actitud casi propia de la griega.
Ante esa pregunta, Afrodita se limitó únicamente a refregarse sus claros ojos para clavarlos en los de su compañera de cama, para pronunciar con total claridad y seriedad, algo extraño tratándose de ella, “Σ 'αγαπώ”, te quiero en griego, volviéndose a dormir inmediatamente después de decirle aquello.
Barbara tuvo que buscar el significado de la palabra cuando la menor se durmió, quedándose gratamente ya que era la primera vez que le decía aquello en todos los años que habían compartido juntas, aunque no volvió a preguntarle más ya que con esa respuesta no necesitaba más, al menos por el momento.
Después del año que pasaron en Creta, fue el turno de invitar a Barbara a Afrodita a pasar un tiempo en su país, para que conociese a su familia, al menos a la paterna, estando ya al corriente la griega desde hacía años de que el tema en lo referente a la figura materna de su compañera era algo tabú.
El año que pasaron allí no fue lo que se esperaba realmente Afrodita, esperaba poder pasar todo el tiempo casi a solas con Barbi, casi como en Grecia, donde su padre les cedía la intimidad de su pequeña casa al pasarse la mayor parte del día trabajando. De igual manera, no fue una experiencia que le resultase del todo desgradable, el poder conocer a toda la familia de la latina, quien la presentó ante ellos como su novia, aceptándola igualmente aunque más tarde la griega le manifestó su incomodidad en acuerdo a tal apelativo.
Otro año más pasaron juntas, siendo entonces que ya habían llegado a pasar cerca de siete años juntas, seis y medio en concreto, cuando ambas sintieron la necesidad de sacarle provecho a las carreras universitarias que las habían unido, y tras sentarse a meditarlo, decidieron retornar al lugar donde se habían conocido, pero esta vez en calidad de docentes.
✿ Personalidad:
Afrodita se puede describir como una persona totalmente hermética, que cierra tanto sus pensamientos como sus sentimientos al mundo exterior, permitiendo que apenas un par de personas puedan llegar a conocerla en profundidad.
No se siente cómoda en presencia de gente que no conoce, por este hecho le costó adaptarse a la universidad.
El contacto físico es algo que aborrece con toda su alma, dejando que sea únicamente su compañera sentimental quien la toque a estas alturas sin poner ninguna pega u objeción, aunque los primeros años fue algo que le costó superar.
Al primer contacto puede resultar que es una persona totalmente desagradable o borde, pero la verdad es que no sabe cómo comportarse socialmente y en público y le cuesta manejar casi cualquier situación de interacción social, por más mínima que sea.
La única situación en la que se siente cómoda es dando clase, puesto que es la única que habla en ese momento, y finge que está ella sola impartiendo sus enseñanzas, como si no hubiese alumnos en el aula. Es muy estricta en cuanto al silencio en sus clases se refiere, llegando a considerarse aburridas.
A pesar de que no es una persona posesiva, no le ve ningún sentido a tal actitud, es muy protectora con Barbara, preocupándose por ella como por nadie más, aunque su confianza en la latina es totalmente ciega.
✿ Estudios que imparte en la universidad: Magisterio − Comunicación y medios socioculturales: enseñanza y aprendizaje.
✿ FC: Marie Avgeropoulos.
✿ Curiosidades:
−Su padre le nombró de esa manera en honor a su madre, una mujer apasionada por los mitos y cuentos de su cultura.
—El atlas de su madre siempre la ha acompañado, fuese a donde fuese.
−Posee un cociente intelectual de 145, superando por 53 puntos a la media en su país.
−Sólo ella puede llamar Barbi a Barbara, ya que es la única a la que le permite que la llame como quiera.
−La considera su mejor amiga y es totalmente protectora con ella, siendo la única persona por la que se ha llegado nunca a preocupar.
−Comparte un piso en el centro del campus universitario con Barbi.
✿ Nombre: Afrodita Karigaris.
✿ Edad: 27 años.
✿ Historia: La historia de Afrodita da comienzo en un coqueto pueblo costero de una de las muchas islas que poblan el mar Egeo, siendo esta en concreto la isla de Creta, famosa por el eterno mito del minotauro, aquel que su padre acostumbraba a contarle a Dita desde que era una niña.
Pero su historia, que debería haber comenzado con su propio sollozo al llegar al mundo, no sucedió de tal manera, ya que fue el sollozo de Evangelos Karigaris, su padre, el que inundó la pequeña clínica de maternidad del hospital cuando le comunicaron que Helena, su mujer, no había sobrevivido al complicado parto que había durado una totalidad de 49 horas en las que la vida de la madre había tenido que ser sacrificada a fin de salvar a la recién nacida.
Desde que los claros ojos de Afrodita observaron el mundo al cual había venido, lo habían hecho con una tranquilidad impropia de un bebé tan pequeño, que durante sus primeros meses de vida no había hecho otra cosa más destacable que no fuese dormir, llegando a plantearse en ocasiones su padre si aquella cosa tan pequeña y tan silenciosa había merecido tanto la pena como para perder a la mujer a la que amaba con todo su corazón.
Evangelos era un hombre humilde pero que contaba con una honradez que valoraba por encima de todo, siendo conocido en la ciudad de Heraclión por su extremada franqueza. Aunque se dedicaba a la pesca y aquello no podía permitirle una vida llena de lujos, siempre intentó compensar de alguna manera la ausencia de una figura materna para su hija, a pesar de que esta nunca hacía preguntas, por lo que era su padre quien siempre le hablaba de su madre a pesar de que Afrodita manifestase un nulo interés.
Parecía ver la vida de una manera distinta a los demás, prefiriendo hacerse las preguntas a sí misma y siendo quien buscase las respuestas costase lo que costase, antes que manifestar sus dudas en voz alta, arriesgándose a recibir una respuesta incorrecta que la frustrase por su inexactitud, algo que odiaba.
Desde que empezase el colegio, sus maestros se dieron cuenta que tras su silencio se escondía una gran curiosidad y necesidad por saber todo cuanto sucediese a su alrededor, queriendo comprender y buscar una explicación a cualquier fenómeno, siendo esto un signo de la que la niña manifestaba una inteligencia ligeramente superior a la media, confirmándolo las pruebas que denotaron su alta capacidad, lo que le valió que le adelantasen un año escolar, buscando un mayor beneficio para Afrodita.
Aunque no tenía muchos amigos, aquellos que tenían sabían valorar su presencia, aunque desde luego la joven prefiriese mil veces quedarse acurrucada en el sofá de la casa de su padre memorizando los datos de población de los países que encontraba en un atlas que había encontrado en la estantería del salón, atlas que más tarde se enteró gracias a su progenitor que había pertenecido a su madre.
A pesar de que previamente no hubiese manifestado interés, o apego, hacia los recuerdos que su padre le contaba de su madre, saber que esta había compartido de alguna manera sus mismos gustos hizo que sintiese una repentina curiosidad por la figura de su difunta madre, conociendo de esa manera que había sido profesora en una de las escuelas de su ciudad.
Fue así, a la edad de trece años, que decidió que lo que quería hacer era enseñar los conocimientos que almacenaba en su cabeza, siendo profesora, tal y como su madre lo había sido hasta su muerte, desarrollando de esa manera un peculiar vínculo con su progenitora, satsifaciendo así a Evangelos, quien dudaba que su hija tuviese sentimientos más allá de los libros.
A los diecisiete años le comunicó a su padre una noticia que para ella era nimia, más curiosidad que una necesidad verdadera de alejarse, pero que para el hombre fue como volver a sentir el dolor por la pérdida de su mujer una vez más: Afrodita había recibido una cuantiosa beca por parte de una prestigiosa universidad americana mediante la cual podría cursar de manera gratuita y sin tener que preocuparse por ningún tipo de gasto la carrera que quisiese.
Sin hacer caso a las primeras oposiciones del hombre, que tras asimilarlo durante un par de días vio que quizás lo mejor para su hija sería que conociese el mundo fuera de la isla, la joven griega empaquetó en apenas tres maletas medianas toda la vida que había tenido hasta entonces en el pueblo costero, siendo lo primero en viajar con ella aquel atlas que había despertado su vocación docente.
Allí se vio inmersa en un curso relacionado con el intercambio de alumnos extranjeros en la universidad, siendo emparejada con una estudiante latinoamericana que estaba en su curso pero sin realizar la misma carrera, siendo entonces que Barbara, la compañera que le habían asignado, cursaba una Ingeniería.
A pesar de tener unos caracteres totalmente opuestos y que Dita no solía querer establecer contacto con ninguna persona que ella misma no hubise valorado detenidamente de manera previa, la necesidad de no verse totalmente sola en un nuevo país y la vivacidad de la muchacha la acabaron por convencer.
En la universidad, por insistencia de quien había llegado a convertirse en su mejor amiga, a pesar de ser práticamente la única persona allí que gozase de la calidad de amistad para con Afrodita, se unieron ambas a la fraternidad de Delta Kappa Épsilon, donde la mayor insistió en que compartiesen habitación.
Durante las noches Afrodita ayudaba a estudiar a Barbi, como ella la llamaba, aunque lo veía innecesario ya que su mejor amiga no necesitaba estudiar al saber hacer cálculos de fluidos a la vez que hacía el pino, prácticamente. Fue durante una de esas noches que la latina la besó, sin pedirlo y sin consultarlo con la griega, quien no sabía ponerle nombre a los sentimientos que ésta había despertado en ella, totalmente novedosos.
Pasaron los cuatro años de sus respectivas carreras compartiendo juntas tanto el día como la noche, descubriendo Dita de la mano de su amiga, a la cual seguía empecinada en llamar así, tanto el mundo del sexo como de lo que se podría calificar de amor, aunque era un nombre que no le gustaba, no se veía en la necesidad de ponerle un nombre a los sentimientos que la contraria despertaba en ella, sólo quería estar con ella sin más presiones, algo que Barbara aceptaba por sus propios sentimientos.
Cuando acabaron los estudios universitarios, ninguna quiso separarse de la otra, por lo que Afrodita le propuso a su mejor amigaba que viajase con ella a su país natal, a Grecia, donde ambas pasaron un año con el padre de la menor.
Estando en Grecia, tras cinco años en su compañía, fue cuando Barbara por fin se lanzó a preguntarle cuál era la relación que había entre ellas, despertándola en medio de la noche al no poder contener más la necesidad que sentía por aquella respuesta, en una actitud casi propia de la griega.
Ante esa pregunta, Afrodita se limitó únicamente a refregarse sus claros ojos para clavarlos en los de su compañera de cama, para pronunciar con total claridad y seriedad, algo extraño tratándose de ella, “Σ 'αγαπώ”, te quiero en griego, volviéndose a dormir inmediatamente después de decirle aquello.
Barbara tuvo que buscar el significado de la palabra cuando la menor se durmió, quedándose gratamente ya que era la primera vez que le decía aquello en todos los años que habían compartido juntas, aunque no volvió a preguntarle más ya que con esa respuesta no necesitaba más, al menos por el momento.
Después del año que pasaron en Creta, fue el turno de invitar a Barbara a Afrodita a pasar un tiempo en su país, para que conociese a su familia, al menos a la paterna, estando ya al corriente la griega desde hacía años de que el tema en lo referente a la figura materna de su compañera era algo tabú.
El año que pasaron allí no fue lo que se esperaba realmente Afrodita, esperaba poder pasar todo el tiempo casi a solas con Barbi, casi como en Grecia, donde su padre les cedía la intimidad de su pequeña casa al pasarse la mayor parte del día trabajando. De igual manera, no fue una experiencia que le resultase del todo desgradable, el poder conocer a toda la familia de la latina, quien la presentó ante ellos como su novia, aceptándola igualmente aunque más tarde la griega le manifestó su incomodidad en acuerdo a tal apelativo.
Otro año más pasaron juntas, siendo entonces que ya habían llegado a pasar cerca de siete años juntas, seis y medio en concreto, cuando ambas sintieron la necesidad de sacarle provecho a las carreras universitarias que las habían unido, y tras sentarse a meditarlo, decidieron retornar al lugar donde se habían conocido, pero esta vez en calidad de docentes.
✿ Personalidad:
Afrodita se puede describir como una persona totalmente hermética, que cierra tanto sus pensamientos como sus sentimientos al mundo exterior, permitiendo que apenas un par de personas puedan llegar a conocerla en profundidad.
No se siente cómoda en presencia de gente que no conoce, por este hecho le costó adaptarse a la universidad.
El contacto físico es algo que aborrece con toda su alma, dejando que sea únicamente su compañera sentimental quien la toque a estas alturas sin poner ninguna pega u objeción, aunque los primeros años fue algo que le costó superar.
Al primer contacto puede resultar que es una persona totalmente desagradable o borde, pero la verdad es que no sabe cómo comportarse socialmente y en público y le cuesta manejar casi cualquier situación de interacción social, por más mínima que sea.
La única situación en la que se siente cómoda es dando clase, puesto que es la única que habla en ese momento, y finge que está ella sola impartiendo sus enseñanzas, como si no hubiese alumnos en el aula. Es muy estricta en cuanto al silencio en sus clases se refiere, llegando a considerarse aburridas.
A pesar de que no es una persona posesiva, no le ve ningún sentido a tal actitud, es muy protectora con Barbara, preocupándose por ella como por nadie más, aunque su confianza en la latina es totalmente ciega.
✿ Estudios que imparte en la universidad: Magisterio − Comunicación y medios socioculturales: enseñanza y aprendizaje.
✿ FC: Marie Avgeropoulos.
✿ Curiosidades:
−Su padre le nombró de esa manera en honor a su madre, una mujer apasionada por los mitos y cuentos de su cultura.
—El atlas de su madre siempre la ha acompañado, fuese a donde fuese.
−Posee un cociente intelectual de 145, superando por 53 puntos a la media en su país.
−Sólo ella puede llamar Barbi a Barbara, ya que es la única a la que le permite que la llame como quiera.
−La considera su mejor amiga y es totalmente protectora con ella, siendo la única persona por la que se ha llegado nunca a preocupar.
−Comparte un piso en el centro del campus universitario con Barbi.
LIBRE.
Nombre: Bandit Way.
Edad: 24 años.
Historia: Abrió los ojos por primera vez un 27 de Mayo. Fue la primera y única hija del matrimonio entre un cantante de rock y la bajista de otro grupo del mismo género.
B nunca fue muy cercana a sus padres, ya que por lo general se encontraban en giras, conciertos, exposiciones, viajando de un lugar a otro. Cuando ambos comenzaron a interesarse en ella, era ya un poco tarde.
Al ser una bebé y ante la ausencia de sus padres, estuvo al cuidado de una mujer llamada Jamie. Amiga de la familia, y a quien quiso como si fuera su madre.
Bandit fue muy inquieta y traviesa desde los primeros años de su vida; Paredes cubiertas de pintura, los cómics de papá llenos de garabatos hechos con crayolas, los colores escondidos debajo del sillón, y las acuarelas debajo de la cama. Así era como impedía que se los quitaran, o los alejaran de ella como castigo. También fue amante de las visitas al parque, los columpios y el helado de fresa. (Gustos que permanecerían en ella para siempre.)
Creció bastante rápido. La ausencia de autoridad la obligó a salir y buscar algo más. Quería ser alguien, quería alejarse de ese lugar como papá y mamá lo hacían. Quería que las personas la escucharan, que se fijaran en ella.
Consiguió un trabajo en el Hard Rock Café. A partir de ese momento su vida se resumió en estudiar, trabajar, cantar y pintar. Descubrió que el arte era su pasión, y que tenía un gran amor por las bandas de rock clásico.
B fue una adolescente rebelde, pero nunca se arrepintió de ello. Comenzó una banda, asistió a fiestas y conoció a mucha gente. Entré ellos, a un chico con quien salió por un tiempo. Su nombre era Jared. También tenía una banda, pero pronto se iría lejos de aquel lugar. La música era todo lo que amaba, y al igual que Bandit, necesitaba ser escuchado. Poco después de que él se fue, la rubia dejó de trabajar en el Hard Rock Café, y también dejó de estudiar. Estaba embarazada.
La bebé nació en Octubre, y eligió el nombre “Génesis” para ella, pues fue el principio de todo lo que vendría después.
Tiempo después, Bandit conoció a un chico llamado Arin, quien era baterista. Tenían algunos amigos en común, gustos similares y ambos se estaban enamorando poco a poco. Tardaron un poco en darse cuenta, pero finalmente cayeron uno en los brazos del otro. Comenzaron a viajar juntos, y asistir a conciertos se convirtió en una de sus cosas favoritas. Aquel noviazgo duró unos meses, hasta que decidieron casarse en el mes de Enero. Poco después llegaron un par de seres extraños a sus vidas. Bueno, no realmente. Estos seres extraños fueron sus bebés, los gemelos Benjamín y Nathaniel. Ambos totalmente rubios y con unos ojos grandes y azules, al igual que Génesis.
La casa que los cinco compartieron se volvió ruidosa y divertida. Siempre había algo que hacer. Por desgracia aquella felicidad no duró para siempre. Arin comenzó alejándose por el trabajo y otras cosas. La pareja se disolvió poco después.
Todas las cosas que sucedieron antes y le hicieron daño parecían sólo rasguños, o heridas pequeñas comparadas con lo que sintió al quedarse sin él. Estaba cansada de siempre terminar en el mismo lugar, sin alguien que estuviera junto a ella para decir “Tranquila B, todo saldrá bien”. No podía dejar de pensar en qué le diría a Génesis, o en una explicación para los gemelos cuando crecieran un poco más y se preguntaran por qué los demás niños tienen papá y ellos no.
Pero aprendió que no te puedes quedar quieta, o todo se cae poco a poco.
Trató de volver a platicar con papá, y salió bien. Se puso al tanto de todo. Incluso la ayudó con el cuidado de los bebés, pues ella regresó a estudiar y después a trabajar.
Al graduarse, un grupo de compañeras y Bandit decidieron tener su propio estudio de artes. Entre todas crearon universos nuevos, en los cuales se refugió cuando más lo necesitaba.
Aun así, me sintió rota por un buen rato. Sabía que todo se calmaría y que ella podría cumplir sus sueños en algún momento. Que llegaría alguien más. Que los bebés crecerían y B estaría ahí para ellos. Después de todo, se sentía libre, pero pagando el precio de ello.
Un músico entró a su vida por aquel tiempo.
En realidad nunca se fue, pero estuvo muy ocupada en otras cosas como para darse cuenta de que lo tenía frente a ella. Fueron amigos cuando ella era una adolescente, y volverían a encontrarse cuando ambos eran ya adultos. Fueron construyendo juntos un hogar, escribieron nuevas historias. Se casaron en el mes de Febrero, y hace poco llegó la menor de la familia; Melody. De cabello negro como Brian, y ojos azules como los de B.
Aunque han pasado años, Bandit se ha roto y la han vuelto a unir. Los que quiere, y el arte.
Después de varias exposiciones, de viajes, de talleres y más, Bandit decidió comenzar a dar clases, pues considera que el conocimiento es algo que se debe compartir. Princeton le daría la oportunidad que estaba buscando.
Personalidad: Curiosa, tierna y sensible. Le encanta platicar, y es fácil hacerla reír. Disfruta escuchar lo que sus alumnos le cuentan, y conocer sus intereses. Soñadora, algo distraída y algo tímida. Puede responder a la defensiva en algunas ocasiones, así que es mejor no molestarla ni hacerla enojar. Dice lo que piensa y lo defiende, cosa que le ha llegado a causar problemas, pero está tratando de cambiarlo. Dulce, comprometida y trabajadora. A veces dramática, pues suele ver las cosas o los problemas más grandes de lo que son, aunque termina resolviéndolos. No le gusta hablar de algo si no conoce el tema, así que prefiere quedarse callada y escuchar para aprender. Siempre escuchará con la máxima atención los argumentos de otra persona antes de empezar a contarle sus ideas y puntos de vista. Es realmente paciente, pero como todo, eso tiene un límite.
Asignatura que imparte en la universidad: Artes Visuales.
FC: Lili Reinhart.
Curiosidades:
-Amante de la comida italiana.
-Ratón de biblioteca.
-Fan del rock clásico, las historias sobre seres sobrenaturales y la ciencia ficción.
-Siempre carga un libro en su bolso, sin importar a donde vaya.
-Casada con un guitarrista. Ama la música, y sabe tocar instrumentos como lo son la batería y la guitarra.
Nombre: Bandit Way.
Edad: 24 años.
Historia: Abrió los ojos por primera vez un 27 de Mayo. Fue la primera y única hija del matrimonio entre un cantante de rock y la bajista de otro grupo del mismo género.
B nunca fue muy cercana a sus padres, ya que por lo general se encontraban en giras, conciertos, exposiciones, viajando de un lugar a otro. Cuando ambos comenzaron a interesarse en ella, era ya un poco tarde.
Al ser una bebé y ante la ausencia de sus padres, estuvo al cuidado de una mujer llamada Jamie. Amiga de la familia, y a quien quiso como si fuera su madre.
Bandit fue muy inquieta y traviesa desde los primeros años de su vida; Paredes cubiertas de pintura, los cómics de papá llenos de garabatos hechos con crayolas, los colores escondidos debajo del sillón, y las acuarelas debajo de la cama. Así era como impedía que se los quitaran, o los alejaran de ella como castigo. También fue amante de las visitas al parque, los columpios y el helado de fresa. (Gustos que permanecerían en ella para siempre.)
Creció bastante rápido. La ausencia de autoridad la obligó a salir y buscar algo más. Quería ser alguien, quería alejarse de ese lugar como papá y mamá lo hacían. Quería que las personas la escucharan, que se fijaran en ella.
Consiguió un trabajo en el Hard Rock Café. A partir de ese momento su vida se resumió en estudiar, trabajar, cantar y pintar. Descubrió que el arte era su pasión, y que tenía un gran amor por las bandas de rock clásico.
B fue una adolescente rebelde, pero nunca se arrepintió de ello. Comenzó una banda, asistió a fiestas y conoció a mucha gente. Entré ellos, a un chico con quien salió por un tiempo. Su nombre era Jared. También tenía una banda, pero pronto se iría lejos de aquel lugar. La música era todo lo que amaba, y al igual que Bandit, necesitaba ser escuchado. Poco después de que él se fue, la rubia dejó de trabajar en el Hard Rock Café, y también dejó de estudiar. Estaba embarazada.
La bebé nació en Octubre, y eligió el nombre “Génesis” para ella, pues fue el principio de todo lo que vendría después.
Tiempo después, Bandit conoció a un chico llamado Arin, quien era baterista. Tenían algunos amigos en común, gustos similares y ambos se estaban enamorando poco a poco. Tardaron un poco en darse cuenta, pero finalmente cayeron uno en los brazos del otro. Comenzaron a viajar juntos, y asistir a conciertos se convirtió en una de sus cosas favoritas. Aquel noviazgo duró unos meses, hasta que decidieron casarse en el mes de Enero. Poco después llegaron un par de seres extraños a sus vidas. Bueno, no realmente. Estos seres extraños fueron sus bebés, los gemelos Benjamín y Nathaniel. Ambos totalmente rubios y con unos ojos grandes y azules, al igual que Génesis.
La casa que los cinco compartieron se volvió ruidosa y divertida. Siempre había algo que hacer. Por desgracia aquella felicidad no duró para siempre. Arin comenzó alejándose por el trabajo y otras cosas. La pareja se disolvió poco después.
Todas las cosas que sucedieron antes y le hicieron daño parecían sólo rasguños, o heridas pequeñas comparadas con lo que sintió al quedarse sin él. Estaba cansada de siempre terminar en el mismo lugar, sin alguien que estuviera junto a ella para decir “Tranquila B, todo saldrá bien”. No podía dejar de pensar en qué le diría a Génesis, o en una explicación para los gemelos cuando crecieran un poco más y se preguntaran por qué los demás niños tienen papá y ellos no.
Pero aprendió que no te puedes quedar quieta, o todo se cae poco a poco.
Trató de volver a platicar con papá, y salió bien. Se puso al tanto de todo. Incluso la ayudó con el cuidado de los bebés, pues ella regresó a estudiar y después a trabajar.
Al graduarse, un grupo de compañeras y Bandit decidieron tener su propio estudio de artes. Entre todas crearon universos nuevos, en los cuales se refugió cuando más lo necesitaba.
Aun así, me sintió rota por un buen rato. Sabía que todo se calmaría y que ella podría cumplir sus sueños en algún momento. Que llegaría alguien más. Que los bebés crecerían y B estaría ahí para ellos. Después de todo, se sentía libre, pero pagando el precio de ello.
Un músico entró a su vida por aquel tiempo.
En realidad nunca se fue, pero estuvo muy ocupada en otras cosas como para darse cuenta de que lo tenía frente a ella. Fueron amigos cuando ella era una adolescente, y volverían a encontrarse cuando ambos eran ya adultos. Fueron construyendo juntos un hogar, escribieron nuevas historias. Se casaron en el mes de Febrero, y hace poco llegó la menor de la familia; Melody. De cabello negro como Brian, y ojos azules como los de B.
Aunque han pasado años, Bandit se ha roto y la han vuelto a unir. Los que quiere, y el arte.
Después de varias exposiciones, de viajes, de talleres y más, Bandit decidió comenzar a dar clases, pues considera que el conocimiento es algo que se debe compartir. Princeton le daría la oportunidad que estaba buscando.
Personalidad: Curiosa, tierna y sensible. Le encanta platicar, y es fácil hacerla reír. Disfruta escuchar lo que sus alumnos le cuentan, y conocer sus intereses. Soñadora, algo distraída y algo tímida. Puede responder a la defensiva en algunas ocasiones, así que es mejor no molestarla ni hacerla enojar. Dice lo que piensa y lo defiende, cosa que le ha llegado a causar problemas, pero está tratando de cambiarlo. Dulce, comprometida y trabajadora. A veces dramática, pues suele ver las cosas o los problemas más grandes de lo que son, aunque termina resolviéndolos. No le gusta hablar de algo si no conoce el tema, así que prefiere quedarse callada y escuchar para aprender. Siempre escuchará con la máxima atención los argumentos de otra persona antes de empezar a contarle sus ideas y puntos de vista. Es realmente paciente, pero como todo, eso tiene un límite.
Asignatura que imparte en la universidad: Artes Visuales.
FC: Lili Reinhart.
Curiosidades:
-Amante de la comida italiana.
-Ratón de biblioteca.
-Fan del rock clásico, las historias sobre seres sobrenaturales y la ciencia ficción.
-Siempre carga un libro en su bolso, sin importar a donde vaya.
-Casada con un guitarrista. Ama la música, y sabe tocar instrumentos como lo son la batería y la guitarra.
LIBRE.
Nombre: Marcus Collins.
Edad: 30 años.
Historia: Nació en California, un estado de sol, playa y alegría rebosante... Por lo qué desde niño fue una personita vivaz, muy entusiasta. Teniéndolo todo, creció en su ciudad natal hasta que fue a estudiar una licenciatura en fotografía en la universidad de Princeton... Misma para la que años después trabajaría como profesor.
El hombre, que cuando había terminado la universidad comenzó a viajar por el mundo en busca de bellos lugares que capturar, volvió siendo distinto; había visto cosas terribles, y algunas otras tan bellísimas como debía ser un paraíso, a raíz de esas experiencias tan contrarias decidió crear la primera fundación de fotografía para recaudar fondos en beneficio de los más necesitados, no podría solo y como era hijo único no tenía apoyo más allá que el de sus padres (meramente emocional, y a decir verdad... El mejor que pudo recibir)
Sus fotografías se venden muy bien; para cadenas de revistas especiales y exposiciones de arte por lo que con un suspiro poco fácil de obtener se encaminó de regreso a los Estados Unidos... A su hogar. Espíritu libre le llaman, y es por eso que había tardado tanto tiempo en asentarse de nuevo en un lugar.
Personalidad: Un hombre demasiado extrovertido, vive enamorado del presente y por ello intenta capturar cada instante importante para no olvidarlo. Alegre y gustoso por su trabajo.
Asignatura que imparte en la universidad: Profesor de Fotografía.
Club al que apoya: Club de Fotografía.
FC: Sam Claflin.
Nombre: Marcus Collins.
Edad: 30 años.
Historia: Nació en California, un estado de sol, playa y alegría rebosante... Por lo qué desde niño fue una personita vivaz, muy entusiasta. Teniéndolo todo, creció en su ciudad natal hasta que fue a estudiar una licenciatura en fotografía en la universidad de Princeton... Misma para la que años después trabajaría como profesor.
El hombre, que cuando había terminado la universidad comenzó a viajar por el mundo en busca de bellos lugares que capturar, volvió siendo distinto; había visto cosas terribles, y algunas otras tan bellísimas como debía ser un paraíso, a raíz de esas experiencias tan contrarias decidió crear la primera fundación de fotografía para recaudar fondos en beneficio de los más necesitados, no podría solo y como era hijo único no tenía apoyo más allá que el de sus padres (meramente emocional, y a decir verdad... El mejor que pudo recibir)
Sus fotografías se venden muy bien; para cadenas de revistas especiales y exposiciones de arte por lo que con un suspiro poco fácil de obtener se encaminó de regreso a los Estados Unidos... A su hogar. Espíritu libre le llaman, y es por eso que había tardado tanto tiempo en asentarse de nuevo en un lugar.
Personalidad: Un hombre demasiado extrovertido, vive enamorado del presente y por ello intenta capturar cada instante importante para no olvidarlo. Alegre y gustoso por su trabajo.
Asignatura que imparte en la universidad: Profesor de Fotografía.
Club al que apoya: Club de Fotografía.
FC: Sam Claflin.
✰ PUESTOS LIBRES. ✰
—Director/a.
—Subdirector/a.
—Psicólogx - orientador/a.
—Profesores de cualquier materia.
(Preguntar por materias ocupadas a las RM)
—Cocineros/as.
—Bibliotecarix.
—Conserje.
—Director/a.
—Subdirector/a.
—Psicólogx - orientador/a.
—Profesores de cualquier materia.
(Preguntar por materias ocupadas a las RM)
—Cocineros/as.
—Bibliotecarix.
—Conserje.
LIBRE.
Nombre: Lucinda La Bouff.
Edad: 26 años, 12 de Febrero de 1991.
Historia:
Los La Bouff originalmente fueron una familia francesa muy burguesa que gustaban con juntarse con los nobles en su intento de verse bien posicionados socialmente y ascender de esta misma manera, labrándose su fortuna de un modo no muy honesto, pero que durante generaciones les permitió vivir de una manera acomodada.
Por la parte que le toca a Lucinda, hacia los años 70 su parte de la familia se asentó en Nueva Orleans, Luisina, lugar que desde siempre había sido una importante zona de migración para los franceses, siendo de la misma manera el hogar del jazz, la ciudad del Mardi Gras.
La única hija del matrimonio nació el 12 de Febrero de 1991, coincidiendo precisamente con el día de más agitación de la ciudad de Nueva Orleans, el Mardi Gras, el día en el que todo estaba permitido para todos, sin importar quién fuese, buscando sólo la diversión y la dicha de la gente.
Había sido una niña muy buscada, naciendo cuando los médicos ya casi habían dada por perdida la esperanza de ser madre para Solène Couturier, de casada La Bouff, una mujer que ya rozaba los cuarenta años cuando Lucinda llegó a este mundo.
Sus padres, a pesar de considerarla una especie de milagro propio y exclusivo, no por ello la trataron como a una niña mimada a la que concedían todos los caprichos que se le antojaban, sino que fue todo lo contrario lo que le aplicaron a la pequeña niña.
Lo que recuerda de su infancia fue una dura educación por parte de sus padres, ambos catedráticos retirados, los cuales se empecinaron en educar ellos mismos a su hija en casa, causando de esta manera que Lucinda no estableciese nunca contacto con los niños de su edad y que sus habilidades sociales fuesen prácticamente nulas.
La salida que la niña encontraba durante los años era la Historia, bebiendo de todos los libros que sus padres dejaban caer estratégicamente en sus manos, disfrutando de todo y cuanto podía aprender, sin hacerle ascos a ningún período, pero era una debilidad especial la que sentía por la Historia Antigua, por las grandes historias de hérores, emperadores, sabios…
Si ya se recluía en sí misma al crecer prácticamente con la única compañía de sus padres en su entorno más directo, considerándolos a estos sus mejores amigos, la Historia conseguía que no saliese de sí misma, siendo capaz de pasar tardes enteras sentada en un rincón de su habitación, con el único fin de terminar algún libro sobre su gran debilidad.
Solène y Jean-Jacques aprobaban en sobremanera aquella afición de su hija, afición que ellos mismos habían sabido guiar para dirigirla a algo que la mantuviese controlada por ellos, y que así mismo le garantizase un buen futuro académico.
Cuando Lucinda cumplió los 18 años, sabía recitar de memoria pasajes enteros de sus libros favoritos, siendo capaz de narrar a quienquiera que pudiese escucharla sus batallas favoritas, o las proezas que el hombre había cometido a lo largo de la historia.
Teniendo esto en cuenta, no era de extrañar que al elegir una carrera para cursar en la Universidad, Lucinda se decantase claramente por la Historia, asistiendo a la Universidad Loyola de Nueva Orleans, donde sus padres volvieron a dar clase para poder seguir de cerca una vez más sus estudios.
En un tiempo récord, tres años y medio, y finalizando sus estudios cum laude, la rubia consiguió graduarse en la universidad, dándose cuenta entonces de que un amplio mundo se abría paso ante ella, muy lejos de su hogar y de la seguridad, en cierta manera tóxica para ella, que sus padres le ofrecían.
Y decidió aprovechar esa oportunidad, buscando huir de unos progenitores que no hacían más que asfixiarla, controlarla, y decidir cada instante de su vida, sin dejarle un instante al azar, y, menos aún, sin dejarle a Lucinda tomar ninguna decisión propia.
La decisión más importante que ha tomado en su vida ha sido decidir que quería ser profesora de Historia, otorgándose la oportunidad de poder transmitir sus conocimientos y su amor por ella a más gente.
Por recomendación de sus padres, y haciendo uso de sus contactos, lo cual no era más que una excusa para poder tener un ojo siempre puesto en ella allá donde fuese, Lucinda ingresó en la Universidad de Princeton, la que se rumoreaba la mejor de todo el país, en calidad de profesora de Historia Antigua e Historia del Arte, las dos vacantes que había disponibles para ella.
Personalidad: Lucinda desde que aprendió hablar había valorado muy cuidadosamente qué podía decir, y, especialmente, qué era lo que le convenía decir y de esa manera, lo que los demás podían llegar a saber de ella gracias a lo que ella quisiese contarles.
No es una mujer tímida, pero la infancia con la única presencia de sus padres desarrolló en ella un carácter muy introvertido, resultando de esa manera en una persona callada y tranquila, que prefiere escuchar y valorar todas las situaciones en las que se halla antes que destacar.
Nunca ha mantenido una relación, ni sentimental, ni fraternal, ni sexual, puesto que realmente no llega a verle qué beneficio le puede aportar, prefiriendo de esta manera quedarse al margen antes de implicarse de esa manera con cualquier persona.
Cuando se establece cierto tipo de confianza con ella, algo que no suele ocurrir muy a menudo, se encuentra a una persona sosegada que siempre tiene una opinión sobre todo y con la que se puede charlar tranquilamente, aunque más temprano que tarde acabará redirigiendo la conversación a un terreno en el que ella se halle más cómoda y segura, siendo generalmente este la Historia.
Asignatura que imparte: Historia Antigua e Historia del Arte.
FC: Emma Roberts
Curiosidades: −Adora las biografías, se sabe prácticamente de memoria más de cinco biografías de sus personajes históricos favoritos, concretamente mujeres, entre ellas María Tudor, Eugenia de Montijo, y Victoria de Inglaterra.
−Se considera plenamente feminista, y es un tema sobre el cual ha indagado mucho, pero especialmente desde el punto de vista histórico para este movimiento.
Nombre: Lucinda La Bouff.
Edad: 26 años, 12 de Febrero de 1991.
Historia:
Los La Bouff originalmente fueron una familia francesa muy burguesa que gustaban con juntarse con los nobles en su intento de verse bien posicionados socialmente y ascender de esta misma manera, labrándose su fortuna de un modo no muy honesto, pero que durante generaciones les permitió vivir de una manera acomodada.
Por la parte que le toca a Lucinda, hacia los años 70 su parte de la familia se asentó en Nueva Orleans, Luisina, lugar que desde siempre había sido una importante zona de migración para los franceses, siendo de la misma manera el hogar del jazz, la ciudad del Mardi Gras.
La única hija del matrimonio nació el 12 de Febrero de 1991, coincidiendo precisamente con el día de más agitación de la ciudad de Nueva Orleans, el Mardi Gras, el día en el que todo estaba permitido para todos, sin importar quién fuese, buscando sólo la diversión y la dicha de la gente.
Había sido una niña muy buscada, naciendo cuando los médicos ya casi habían dada por perdida la esperanza de ser madre para Solène Couturier, de casada La Bouff, una mujer que ya rozaba los cuarenta años cuando Lucinda llegó a este mundo.
Sus padres, a pesar de considerarla una especie de milagro propio y exclusivo, no por ello la trataron como a una niña mimada a la que concedían todos los caprichos que se le antojaban, sino que fue todo lo contrario lo que le aplicaron a la pequeña niña.
Lo que recuerda de su infancia fue una dura educación por parte de sus padres, ambos catedráticos retirados, los cuales se empecinaron en educar ellos mismos a su hija en casa, causando de esta manera que Lucinda no estableciese nunca contacto con los niños de su edad y que sus habilidades sociales fuesen prácticamente nulas.
La salida que la niña encontraba durante los años era la Historia, bebiendo de todos los libros que sus padres dejaban caer estratégicamente en sus manos, disfrutando de todo y cuanto podía aprender, sin hacerle ascos a ningún período, pero era una debilidad especial la que sentía por la Historia Antigua, por las grandes historias de hérores, emperadores, sabios…
Si ya se recluía en sí misma al crecer prácticamente con la única compañía de sus padres en su entorno más directo, considerándolos a estos sus mejores amigos, la Historia conseguía que no saliese de sí misma, siendo capaz de pasar tardes enteras sentada en un rincón de su habitación, con el único fin de terminar algún libro sobre su gran debilidad.
Solène y Jean-Jacques aprobaban en sobremanera aquella afición de su hija, afición que ellos mismos habían sabido guiar para dirigirla a algo que la mantuviese controlada por ellos, y que así mismo le garantizase un buen futuro académico.
Cuando Lucinda cumplió los 18 años, sabía recitar de memoria pasajes enteros de sus libros favoritos, siendo capaz de narrar a quienquiera que pudiese escucharla sus batallas favoritas, o las proezas que el hombre había cometido a lo largo de la historia.
Teniendo esto en cuenta, no era de extrañar que al elegir una carrera para cursar en la Universidad, Lucinda se decantase claramente por la Historia, asistiendo a la Universidad Loyola de Nueva Orleans, donde sus padres volvieron a dar clase para poder seguir de cerca una vez más sus estudios.
En un tiempo récord, tres años y medio, y finalizando sus estudios cum laude, la rubia consiguió graduarse en la universidad, dándose cuenta entonces de que un amplio mundo se abría paso ante ella, muy lejos de su hogar y de la seguridad, en cierta manera tóxica para ella, que sus padres le ofrecían.
Y decidió aprovechar esa oportunidad, buscando huir de unos progenitores que no hacían más que asfixiarla, controlarla, y decidir cada instante de su vida, sin dejarle un instante al azar, y, menos aún, sin dejarle a Lucinda tomar ninguna decisión propia.
La decisión más importante que ha tomado en su vida ha sido decidir que quería ser profesora de Historia, otorgándose la oportunidad de poder transmitir sus conocimientos y su amor por ella a más gente.
Por recomendación de sus padres, y haciendo uso de sus contactos, lo cual no era más que una excusa para poder tener un ojo siempre puesto en ella allá donde fuese, Lucinda ingresó en la Universidad de Princeton, la que se rumoreaba la mejor de todo el país, en calidad de profesora de Historia Antigua e Historia del Arte, las dos vacantes que había disponibles para ella.
Personalidad: Lucinda desde que aprendió hablar había valorado muy cuidadosamente qué podía decir, y, especialmente, qué era lo que le convenía decir y de esa manera, lo que los demás podían llegar a saber de ella gracias a lo que ella quisiese contarles.
No es una mujer tímida, pero la infancia con la única presencia de sus padres desarrolló en ella un carácter muy introvertido, resultando de esa manera en una persona callada y tranquila, que prefiere escuchar y valorar todas las situaciones en las que se halla antes que destacar.
Nunca ha mantenido una relación, ni sentimental, ni fraternal, ni sexual, puesto que realmente no llega a verle qué beneficio le puede aportar, prefiriendo de esta manera quedarse al margen antes de implicarse de esa manera con cualquier persona.
Cuando se establece cierto tipo de confianza con ella, algo que no suele ocurrir muy a menudo, se encuentra a una persona sosegada que siempre tiene una opinión sobre todo y con la que se puede charlar tranquilamente, aunque más temprano que tarde acabará redirigiendo la conversación a un terreno en el que ella se halle más cómoda y segura, siendo generalmente este la Historia.
Asignatura que imparte: Historia Antigua e Historia del Arte.
FC: Emma Roberts
Curiosidades: −Adora las biografías, se sabe prácticamente de memoria más de cinco biografías de sus personajes históricos favoritos, concretamente mujeres, entre ellas María Tudor, Eugenia de Montijo, y Victoria de Inglaterra.
−Se considera plenamente feminista, y es un tema sobre el cual ha indagado mucho, pero especialmente desde el punto de vista histórico para este movimiento.
LIBRE.
✰ Nombre completo. Antonio Campoamor.
✰ Edad. 29 años.
✰ Nacionalidad. Español, procedente de la ciudad de Sevilla.
✰ Materia que imparte. Musicología; lenguaje y práctica musical.
✰ Lugar en el que imparte clases. Principalmente en el auditorio, y cuando este no está disponible, en el aula de música.
✰ Historia. Sevilla es una ciudad que rebosa de actividad, donde el baile y la música siempre están presentes. Y Antonio eso lo sabe de primera mano.
Creció en una familia muy concurrida: tiene dos hermanas y cinco hermanos. A pesar de lo que pueda parecer, eso no significó que sus padre le descuidasen a él o a cualquier otro de sus hermanos. Todo lo contrario, adoraban a cada uno por igual.
La única distinción que hicieron fue en lo referente a la educación de cada niño, y es que, mientras que su hermano mayor fue instruido en la pintura, el menor en la danza, y sus hermanas en los deportes y el canto, Antonio recibió una educación puramente musical.
Desde los seis años recibió clases de solfeo y de lenguaje musical, algo que adoraba y amaba con todo su ser. Fue creciendo y fue desarrollando ese talento, el cual era una parte inherente de su persona. Estudió su carrera en el Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo, y se graduó con todos los honores.
Fue así que cuando un día estaba charlando con su grupo de amigos, y hermanos, todos ellos músicos y artistas, uno de ellos, un extranjero procedente de Nueva Jersey, mencionó el nombre de la Universidad de Princeton.
Esto suscitó la curiosidad del español, que al día siguiente se lanzó a bucear por internet y a recabar información. Lo que descubrió lo dejó anonadado, ¡si lo hubiese sabido hacía unos años!
Buscando y buscando encontró que ofertaban un puesto vacante de profesor de la carrera de Musicología, y entonces pensó que se trataba más de un sueño que de la realidad. Pero era tan real como la vida misma.
Hizo un par de viajes en ese lapso de tiempo a la Universidad, donde le realizaron una entrevista de trabajo, conoció las instalaciones del campus, se fue habituando, etc…
Y consiguió el trabajo.
Era un sueño hecho realidad para Antonio, que al año siguiente trasladó su domicilio a un pequeño piso antiguo a las afueras del campus.
✰ Personalidad. Apasionado. No hay otro adjetivo para describirle. Pero a pesar de ser tan apasionado en todo lo que hace, hay veces en las que ha de mostrarse comedido, como cuando está impartiendo una lección sobre alguno de sus temas favoritos. Si se dejase llevar, lo más probable es que el alumno más cercano de la primera fila del aula se viese zarandeado debido a su emoción. Es una persona comprensiva y amable, que no guarda ningún rencor pase lo que pase. Ama su trabajo y su profesión, y se entrega a ello por completo, como a todo lo que hace.
✰ Curiosidad y aficiones. Su principal afición después de la música, es el deporte. Es un gran jugador de fútbol, pero de fútbol europeo. Una curiosidad es que es zurdo, y cuando escribe en pizarra y lo borra todo por ello tiende a soltar maldiciones e improperios en español, para que sus alumnos no le entiendan. La única pega que le ve al trabajo es el inglés, pues nunca consigue expresarse todo lo que le gustaría como en español.
✰ FC: Ian Harding.
✰ Nombre completo. Antonio Campoamor.
✰ Edad. 29 años.
✰ Nacionalidad. Español, procedente de la ciudad de Sevilla.
✰ Materia que imparte. Musicología; lenguaje y práctica musical.
✰ Lugar en el que imparte clases. Principalmente en el auditorio, y cuando este no está disponible, en el aula de música.
✰ Historia. Sevilla es una ciudad que rebosa de actividad, donde el baile y la música siempre están presentes. Y Antonio eso lo sabe de primera mano.
Creció en una familia muy concurrida: tiene dos hermanas y cinco hermanos. A pesar de lo que pueda parecer, eso no significó que sus padre le descuidasen a él o a cualquier otro de sus hermanos. Todo lo contrario, adoraban a cada uno por igual.
La única distinción que hicieron fue en lo referente a la educación de cada niño, y es que, mientras que su hermano mayor fue instruido en la pintura, el menor en la danza, y sus hermanas en los deportes y el canto, Antonio recibió una educación puramente musical.
Desde los seis años recibió clases de solfeo y de lenguaje musical, algo que adoraba y amaba con todo su ser. Fue creciendo y fue desarrollando ese talento, el cual era una parte inherente de su persona. Estudió su carrera en el Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo, y se graduó con todos los honores.
Fue así que cuando un día estaba charlando con su grupo de amigos, y hermanos, todos ellos músicos y artistas, uno de ellos, un extranjero procedente de Nueva Jersey, mencionó el nombre de la Universidad de Princeton.
Esto suscitó la curiosidad del español, que al día siguiente se lanzó a bucear por internet y a recabar información. Lo que descubrió lo dejó anonadado, ¡si lo hubiese sabido hacía unos años!
Buscando y buscando encontró que ofertaban un puesto vacante de profesor de la carrera de Musicología, y entonces pensó que se trataba más de un sueño que de la realidad. Pero era tan real como la vida misma.
Hizo un par de viajes en ese lapso de tiempo a la Universidad, donde le realizaron una entrevista de trabajo, conoció las instalaciones del campus, se fue habituando, etc…
Y consiguió el trabajo.
Era un sueño hecho realidad para Antonio, que al año siguiente trasladó su domicilio a un pequeño piso antiguo a las afueras del campus.
✰ Personalidad. Apasionado. No hay otro adjetivo para describirle. Pero a pesar de ser tan apasionado en todo lo que hace, hay veces en las que ha de mostrarse comedido, como cuando está impartiendo una lección sobre alguno de sus temas favoritos. Si se dejase llevar, lo más probable es que el alumno más cercano de la primera fila del aula se viese zarandeado debido a su emoción. Es una persona comprensiva y amable, que no guarda ningún rencor pase lo que pase. Ama su trabajo y su profesión, y se entrega a ello por completo, como a todo lo que hace.
✰ Curiosidad y aficiones. Su principal afición después de la música, es el deporte. Es un gran jugador de fútbol, pero de fútbol europeo. Una curiosidad es que es zurdo, y cuando escribe en pizarra y lo borra todo por ello tiende a soltar maldiciones e improperios en español, para que sus alumnos no le entiendan. La única pega que le ve al trabajo es el inglés, pues nunca consigue expresarse todo lo que le gustaría como en español.
✰ FC: Ian Harding.
LIBRE.
Nombre: Courtney Berry.
Edad: 27 años.
Historia:
Courtney es oriunda de Nueva York, concretamente de Brooklyn, creciendo en el seno de una familia con demasiadas bocas para alimentar, cinco hijos, los dos padres, y un abuelo. A pesar de que no nadaban en la abundancia, siempre se las apañaron para subsitir, intentando que todos sus hijos tuviesen las oportunidades que eran capaces de proporcionarles.
Su infancia no puede calificarse con una palabra más que como apurada. Siempre tenía que estar de un lado para otro, ya fuese aplicándose en el instituto, cuidando de sus hermanos pequeños, o ayudando a su padre en la tienda de comestibles que su familia poseía y gracias a la cual eran capaces de llegar a fin de mes, con más o menos malabares de por medio.
Pero lo que era una vida algo aburrida en su opinión, cobró de repente toda la emoción que una adolescente de quince años podía ansiar cuando conoció a Harry, un bala perdida inglés que había llegado a dar con ella en el instituto, donde aún seguía asistiendo a pesar de que prácticamente rozase la veintena.
Sin que ella fuese capaz de explicárselo, captó su atención, ya que aunque siempre había sido atractiva, nunca había tenido tiempo para darse cuenta de su propia belleza, pero desde luego Harry sí lo hizo.
Y en el poco tiempo que estuvieron juntos, no llegó a ser ni medio año, el británico le enseñó a Courtney cosas que ella no habría podido ni imaginar, desde el sexo hasta las drogas, sacándola de aquel camino de gloria que ella misma intentaba labrarse mediante sus buenas notas en el instituto.
Pero lo que parecía un distópico cuento de hadas para la adolescente se tornó en una amarga desilusión cuando se dio cuenta de las consecuencias que el sexo sin protección podía acarrear, entre ellas un embarazo indeseado a los quince años.
La desesperación la invadió, y sin saber en quién confiar más que en Harry, se lo contó todo, seguramente esperando por su parte que la apoyase durante aquella decisión que tendrían que tomar juntos.
Mas no fue así, ya que en el mismo momento en que Courtney se lo dijo, el muchacho puso pies en polvorosa, debido a que no buscaba ninguna responsabilidad tan grande, y, menos aún, con una niñata a la que sólo se había acercado dándose cuenta de lo ingenua que era y lo fácilmente que podría manejarla.
Tuvo que hacer de tripas corazón y reunir un aplomo que no tenía para poder confesarle a su familia el estado en el que se hallaba, el cual había logrado ocultar durante casi tres meses hasta que la situación se volvió casi insostenible para la joven.
Al contrario de lo que había temido, su familia la apoyó en todo momento, o eso es lo que le hicieron ver a Courtney durante los seis meses restantes del embarazo.
Durante todo ese tiempo sus padres habían buscado una solución beneficiosa para todos, menos para la adolescente, por la cual arreglar la situación que les había tocado padecer.
Y la solución que hallaron fue vender a su futuro nieto nada más que este naciese, librándose de una boca que nadie deseaba en la familia menos su hija, y logrando a cambio del niño una cuantiosa cantidad de dinero que lograría aliviarles durante una temporada.
Llegó el día, y tras un parto complicado en el cual temieron por la vida de la joven madre, nació una niña con los ojos más claros e inocentes que Courtney jamás había visto, enamorándose de aquella pequeña al instante.
Pero nunca volvería a verla, puesto que sus padres, sin ningún consentimiento por su parte, otorgaron el bebé a su familia adoptiva apenas dos horas después de su alumbramiento.
Aquel hecho sumió a la rubia en una profunda depresión de la cual todos temieron que no pudiese salir, pero sacando fuerzas de la flaqueza se recuperó a los dos años, puesto que había tenido la idea para poder recuperar a esa niña a la cual había añorado cada día desde que se la arrebatasen.
Quiso estudiar Derecho, así se lo comunicó a sus padres, a quienes obligó a pagar su carrera con el dinero que presumía que habrían obtenido por la venta, ilegal, de su pequeña.
El motivo por el cual quería estudiar aquella carrera era muy sencillo: quería hallar la manera de poner las leyes de su parte para recuperar a su hija.
Durante tres años trabajó con una decisión y una fe inquebrantable, sacando las mejores notas de su promoción en el afán de hacer justicia, impulsada por el amor que sólo una madre podía sentir por su hija, aquella a la que sólo había podido sostener en sus brazos durante una hora escasa.
Pero otra noticia llegó para hundirla una vez más, por parte de nuevo de sus padres: Candace, como habían llamado a su hija sus padres adoptivos, había muerto al caerse por las escaleras de su casa mientras jugaba, cayendo en tan mala postura que su cuello se destrozó causando una muerte automática.
Cuando se enteró, Courtney no daba crédito a aquella pesadilla, o no quería creérselo.
No podía estar muerta, ya que estaba a apenas un año de poder ser su propia abogada en el juicio que emprendería para recuperar la custodia de una hija que ya no seguía con vida.
La depresión volvió a apoderarse de la joven, ya una mujer adulta, de una manera que convertía el dolor de haberse visto privada de su hija una primera vez en un simple rasguño.
Fue capaz de terminar el último año de carrera gracias al apoyo de unos padres que ahora se arrepentían de la infamia que habían cometido contra su hija, ya que de ser por ella habría tirado la toalla en el momento en el cual su hja murió.
Aquella depresión duró cuatro largos años que para ella fueron una pesadilla constante día tras día, pero a los veintiséis años decidió bruscamente que necesitaba enmendar su vida, hacer algo para olvidar el dolor que la atenazaba durante el día y durante la noche sin descanso.
Ya no quería ser una abogada, no le veía sentido puesto que su único interés había sido el de recuperar a su niña, de la cual sólo guardaba el recuerdo de un pequeño bebé risueño.
Así que la alternativa que vio fue convertirse en profesora de aquella que había estudiado, puesto que quién sabía si no habría más jóvenes en su misma situación a las cuales podría ayudar.
Personalidad:
La personalidad de Courtney se ha visto fuertemente marcada por los hechos que más la han marcado, pudiendo dividirse así en etapas con gran importancia.
Antes de conocer a Harry, era una joven muy ingenua que sólo pensaba en ayudar a su familia como pudiese, queriendo ser una gran estudiante para contentar a sus padres.
El poco tiempo que pasó con Harry ahora lo recuerda como amargo, una época que no querría revivir por nada del mundo.
Después tuvo que madurar a marchas forzadas, mentalizándose para el papel de madre que ella creía que tendría que llevar a cabo con su hija.
Las depresiones que ha sufrido la sumieron en unos años de continua angustia y ansiedad, de las cuales no se ha recuperado del todo.
Actualmente es una mujer cuyo carácter se ha fortalecido con creces por todo lo que ha sufrido, pero por dentro sigue teniendo una fragilidad que trata de no mostrar, no queriendo sufrir más daños.
Posee una gran determinación y una fuerza de voluntad inquebrantable cuando se propone lograr algo.
Asignaturas que imparte en la universidad: Derecho internacional privado.
FC: Scarlett Johansson.
Curiosidades:
—Es la mayor de todos sus hermanos.
—Su primera intención, cuando supo que aguardaba una niña, fue llamarla Tiffany.
—Detesta todo lo que trata sobre drogas o alcohol desde la etapa que pasó con Harry.
—No ha estado con nadie más desde que tuvo a su hija, no se ha visto preparada para ello.
Nombre: Courtney Berry.
Edad: 27 años.
Historia:
Courtney es oriunda de Nueva York, concretamente de Brooklyn, creciendo en el seno de una familia con demasiadas bocas para alimentar, cinco hijos, los dos padres, y un abuelo. A pesar de que no nadaban en la abundancia, siempre se las apañaron para subsitir, intentando que todos sus hijos tuviesen las oportunidades que eran capaces de proporcionarles.
Su infancia no puede calificarse con una palabra más que como apurada. Siempre tenía que estar de un lado para otro, ya fuese aplicándose en el instituto, cuidando de sus hermanos pequeños, o ayudando a su padre en la tienda de comestibles que su familia poseía y gracias a la cual eran capaces de llegar a fin de mes, con más o menos malabares de por medio.
Pero lo que era una vida algo aburrida en su opinión, cobró de repente toda la emoción que una adolescente de quince años podía ansiar cuando conoció a Harry, un bala perdida inglés que había llegado a dar con ella en el instituto, donde aún seguía asistiendo a pesar de que prácticamente rozase la veintena.
Sin que ella fuese capaz de explicárselo, captó su atención, ya que aunque siempre había sido atractiva, nunca había tenido tiempo para darse cuenta de su propia belleza, pero desde luego Harry sí lo hizo.
Y en el poco tiempo que estuvieron juntos, no llegó a ser ni medio año, el británico le enseñó a Courtney cosas que ella no habría podido ni imaginar, desde el sexo hasta las drogas, sacándola de aquel camino de gloria que ella misma intentaba labrarse mediante sus buenas notas en el instituto.
Pero lo que parecía un distópico cuento de hadas para la adolescente se tornó en una amarga desilusión cuando se dio cuenta de las consecuencias que el sexo sin protección podía acarrear, entre ellas un embarazo indeseado a los quince años.
La desesperación la invadió, y sin saber en quién confiar más que en Harry, se lo contó todo, seguramente esperando por su parte que la apoyase durante aquella decisión que tendrían que tomar juntos.
Mas no fue así, ya que en el mismo momento en que Courtney se lo dijo, el muchacho puso pies en polvorosa, debido a que no buscaba ninguna responsabilidad tan grande, y, menos aún, con una niñata a la que sólo se había acercado dándose cuenta de lo ingenua que era y lo fácilmente que podría manejarla.
Tuvo que hacer de tripas corazón y reunir un aplomo que no tenía para poder confesarle a su familia el estado en el que se hallaba, el cual había logrado ocultar durante casi tres meses hasta que la situación se volvió casi insostenible para la joven.
Al contrario de lo que había temido, su familia la apoyó en todo momento, o eso es lo que le hicieron ver a Courtney durante los seis meses restantes del embarazo.
Durante todo ese tiempo sus padres habían buscado una solución beneficiosa para todos, menos para la adolescente, por la cual arreglar la situación que les había tocado padecer.
Y la solución que hallaron fue vender a su futuro nieto nada más que este naciese, librándose de una boca que nadie deseaba en la familia menos su hija, y logrando a cambio del niño una cuantiosa cantidad de dinero que lograría aliviarles durante una temporada.
Llegó el día, y tras un parto complicado en el cual temieron por la vida de la joven madre, nació una niña con los ojos más claros e inocentes que Courtney jamás había visto, enamorándose de aquella pequeña al instante.
Pero nunca volvería a verla, puesto que sus padres, sin ningún consentimiento por su parte, otorgaron el bebé a su familia adoptiva apenas dos horas después de su alumbramiento.
Aquel hecho sumió a la rubia en una profunda depresión de la cual todos temieron que no pudiese salir, pero sacando fuerzas de la flaqueza se recuperó a los dos años, puesto que había tenido la idea para poder recuperar a esa niña a la cual había añorado cada día desde que se la arrebatasen.
Quiso estudiar Derecho, así se lo comunicó a sus padres, a quienes obligó a pagar su carrera con el dinero que presumía que habrían obtenido por la venta, ilegal, de su pequeña.
El motivo por el cual quería estudiar aquella carrera era muy sencillo: quería hallar la manera de poner las leyes de su parte para recuperar a su hija.
Durante tres años trabajó con una decisión y una fe inquebrantable, sacando las mejores notas de su promoción en el afán de hacer justicia, impulsada por el amor que sólo una madre podía sentir por su hija, aquella a la que sólo había podido sostener en sus brazos durante una hora escasa.
Pero otra noticia llegó para hundirla una vez más, por parte de nuevo de sus padres: Candace, como habían llamado a su hija sus padres adoptivos, había muerto al caerse por las escaleras de su casa mientras jugaba, cayendo en tan mala postura que su cuello se destrozó causando una muerte automática.
Cuando se enteró, Courtney no daba crédito a aquella pesadilla, o no quería creérselo.
No podía estar muerta, ya que estaba a apenas un año de poder ser su propia abogada en el juicio que emprendería para recuperar la custodia de una hija que ya no seguía con vida.
La depresión volvió a apoderarse de la joven, ya una mujer adulta, de una manera que convertía el dolor de haberse visto privada de su hija una primera vez en un simple rasguño.
Fue capaz de terminar el último año de carrera gracias al apoyo de unos padres que ahora se arrepentían de la infamia que habían cometido contra su hija, ya que de ser por ella habría tirado la toalla en el momento en el cual su hja murió.
Aquella depresión duró cuatro largos años que para ella fueron una pesadilla constante día tras día, pero a los veintiséis años decidió bruscamente que necesitaba enmendar su vida, hacer algo para olvidar el dolor que la atenazaba durante el día y durante la noche sin descanso.
Ya no quería ser una abogada, no le veía sentido puesto que su único interés había sido el de recuperar a su niña, de la cual sólo guardaba el recuerdo de un pequeño bebé risueño.
Así que la alternativa que vio fue convertirse en profesora de aquella que había estudiado, puesto que quién sabía si no habría más jóvenes en su misma situación a las cuales podría ayudar.
Personalidad:
La personalidad de Courtney se ha visto fuertemente marcada por los hechos que más la han marcado, pudiendo dividirse así en etapas con gran importancia.
Antes de conocer a Harry, era una joven muy ingenua que sólo pensaba en ayudar a su familia como pudiese, queriendo ser una gran estudiante para contentar a sus padres.
El poco tiempo que pasó con Harry ahora lo recuerda como amargo, una época que no querría revivir por nada del mundo.
Después tuvo que madurar a marchas forzadas, mentalizándose para el papel de madre que ella creía que tendría que llevar a cabo con su hija.
Las depresiones que ha sufrido la sumieron en unos años de continua angustia y ansiedad, de las cuales no se ha recuperado del todo.
Actualmente es una mujer cuyo carácter se ha fortalecido con creces por todo lo que ha sufrido, pero por dentro sigue teniendo una fragilidad que trata de no mostrar, no queriendo sufrir más daños.
Posee una gran determinación y una fuerza de voluntad inquebrantable cuando se propone lograr algo.
Asignaturas que imparte en la universidad: Derecho internacional privado.
FC: Scarlett Johansson.
Curiosidades:
—Es la mayor de todos sus hermanos.
—Su primera intención, cuando supo que aguardaba una niña, fue llamarla Tiffany.
—Detesta todo lo que trata sobre drogas o alcohol desde la etapa que pasó con Harry.
—No ha estado con nadie más desde que tuvo a su hija, no se ha visto preparada para ello.
LIBRE.
Nombre: Kimberly Lynn Fitzgerald.
Edad: 23 años. Marzo 15, 1994
Historia:
Cuando Kimberly nació, nadie se esperaba este hecho, teniendo en cuenta que era la cuarta hija de una familia que a duras penas podía mantenerse económicanente a flote, por lo que buscaron una manera de poder salir airosos de esa situación, aunque la pequeña niña no saliese tan beneficiada.
Se le dio en adopción, entregándola a las autoridades que rápidamente la rederigieron al centro de acogida más cercano, esperando que, al ser una niña de tan corta edad, apenas superaba los tres meses, ninguna familia tardaría mucho en adoptarla ya que los padres adoptivos solían preferir a los niños más pequeños, a los bebés en especial.
Pero los años pasaron y Kimberly seguía en aquella casa de acogida, preguntándose por qué a algunos de sus amigos se los llevaban de ahí de la mano de unos nuevos padres mientras que ella tenía que quedarse sola, con la única y eterna compañía de Potts, un gato ciego más viejo que el diablo, harto de los niños que rondaban por la casa de acogida, al cual Kimberly se empeñaba en acariciar, volcando en él la necesidad de querer y ser querida que hasta su etapa adulta manifestaría.
Cuando la pelirroja cumplió los doce años, ya se había mentalizado de que pasaría prácticamente toda su vida allí, en esa casa de acogida en Arizona, o al menos lo haría durante los seis años siguientes que quedaban hasta que cumpliese la mayoría de edad, tras lo cual realmente no sabría qué hacer con su vida.
Pero, dando al traste con todo lo que había planeado y tenido en cuenta para su futuro más inmediato, una familia se presentó allí buscando adoptar a una niña, o un niño, ya mayor, puesto que eran una familia práctica que no buscaba un bebé que diese mucho trabajo, sino que buscaban un niño que ya fuese capaz de cuidarse por su propia cuenta.
Y dio la casualidad de que Kimberly, a apenas dos semanas de cumplir los trece años, era la niña más mayor de todas las que había en la casa de acogida, por lo cual fue escogida por el matrimonio Fitzgerald, quienes tramitaron con la máxima celeridad todos los procesos de burocracia, y apenas a dos días de su cumpleaños, la preadolescente se hallaba volando en dirección a Nueva Jersey, donde sus nuevos padres, a quienes no se acostumbraría nunca a tratar así, residían.
John Fiztgerald era el renombrado rector de la universidad de Princeton, y desde que conoció a Kimberly y se dio cuenta del potencial que la niña tenía, reprimido tras tantos años de pasar desapercibida ante todos, no paró de anunciarle que algún día estudiaría en su universidad, en la especialidad que ella quisiese.
Jacqueline Bouvier, Jackie para todos los que la conocían, una mujer pragmática que trabajaba de secretaria en la misma universidad en la que su marido lo hacía, pudo ver desde el primer día que su hija adoptiva pasó en su casa el interés que la joven tenía por todo el comportamiento en lo que a los seres humanos se refería, puesto que todos los años que había pasado en el hogar de acogida le habían enseñado a escuchar, a ver todo lo que pudiese, sin dejarse ver mientras que asimilaba la información.
De esa manera, la mujer pudo reconducirla, muy acertadamente, hacia la carrera de Psicología en cuanto Kimberly manifestó las dudas en cuanto a sus estudios se refería a los diecisiete años, a un paso de entrar en la universidad en la cual su padre adoptivo ejercía como rector, teniendo la entrada asegurada de antemano.
Así fue cómo Kimberly accedió a la prestigiosa universidad, decidiendo, muy acertadamente, que lo que quería hacer era Psicología, dándole las gracias a Jackie por haberla sabido guiar hasta esa decisión, un hecho que con sus capacidades, desde luego no le había pasaod desapercibido.
En los cuatro años que cursó la carrera, Kimberly formó parte de la hermandad femenina por excelencia, Kappa Alpha Theta, más por presión materna, puesto que su madre adoptiva había sido una Theta, que por afiliación con los intereses que estas chicas manifestaban.
Aquellos cuatro años pasaron volando para la joven, quien a los veintitrés años, recién graduada cum laude, se vio con la oferta por parte del señor Fitzgerald para ser la orientadora de la universidad, un puesto que recientemente había quedado vacante por la jubilación del anterior orientador, el cual Kimberly aceptó de buena gana, viendo así una manera de sacarle partido a todo cuanto había aprendido.
Personalidad: Es una persona a la cual la vida le ha enseñado que la paciencia y la tranquilidad son factores muy importantes si se quiere salir adelante con todo lo que se te ponga por delante.
La constancia es una de sus mayores virtudes, cuando se propone algo no se detiene hasta conseguirlo, aunque considera que es tan importante el fin como los medios para conseguirlo, negándose a hacer algo si no es de manera honrada.
Se negó a acceder únicamente a la universidad y a su actual puesto de trabajo por ser simplemente la hija del rector, por lo que trabajó muy duro hasta poder lograrlo de una manera justa.
Considera que ayudar a quien pueda es una de las mejores cosas que hará en la vida, y por ahora prefiere centrarse en su trabajo, aunque, como cualquier persona, tiene varias fantasías amorosas que trata, a veces en vano, que no interrumpan su trabajo.
Asignatura que imparte: Actualmente es la orientadora de la universidad.
FC: Jayma Mays
Curiosidades: [al gusto del user.]
Nombre: Kimberly Lynn Fitzgerald.
Edad: 23 años. Marzo 15, 1994
Historia:
Cuando Kimberly nació, nadie se esperaba este hecho, teniendo en cuenta que era la cuarta hija de una familia que a duras penas podía mantenerse económicanente a flote, por lo que buscaron una manera de poder salir airosos de esa situación, aunque la pequeña niña no saliese tan beneficiada.
Se le dio en adopción, entregándola a las autoridades que rápidamente la rederigieron al centro de acogida más cercano, esperando que, al ser una niña de tan corta edad, apenas superaba los tres meses, ninguna familia tardaría mucho en adoptarla ya que los padres adoptivos solían preferir a los niños más pequeños, a los bebés en especial.
Pero los años pasaron y Kimberly seguía en aquella casa de acogida, preguntándose por qué a algunos de sus amigos se los llevaban de ahí de la mano de unos nuevos padres mientras que ella tenía que quedarse sola, con la única y eterna compañía de Potts, un gato ciego más viejo que el diablo, harto de los niños que rondaban por la casa de acogida, al cual Kimberly se empeñaba en acariciar, volcando en él la necesidad de querer y ser querida que hasta su etapa adulta manifestaría.
Cuando la pelirroja cumplió los doce años, ya se había mentalizado de que pasaría prácticamente toda su vida allí, en esa casa de acogida en Arizona, o al menos lo haría durante los seis años siguientes que quedaban hasta que cumpliese la mayoría de edad, tras lo cual realmente no sabría qué hacer con su vida.
Pero, dando al traste con todo lo que había planeado y tenido en cuenta para su futuro más inmediato, una familia se presentó allí buscando adoptar a una niña, o un niño, ya mayor, puesto que eran una familia práctica que no buscaba un bebé que diese mucho trabajo, sino que buscaban un niño que ya fuese capaz de cuidarse por su propia cuenta.
Y dio la casualidad de que Kimberly, a apenas dos semanas de cumplir los trece años, era la niña más mayor de todas las que había en la casa de acogida, por lo cual fue escogida por el matrimonio Fitzgerald, quienes tramitaron con la máxima celeridad todos los procesos de burocracia, y apenas a dos días de su cumpleaños, la preadolescente se hallaba volando en dirección a Nueva Jersey, donde sus nuevos padres, a quienes no se acostumbraría nunca a tratar así, residían.
John Fiztgerald era el renombrado rector de la universidad de Princeton, y desde que conoció a Kimberly y se dio cuenta del potencial que la niña tenía, reprimido tras tantos años de pasar desapercibida ante todos, no paró de anunciarle que algún día estudiaría en su universidad, en la especialidad que ella quisiese.
Jacqueline Bouvier, Jackie para todos los que la conocían, una mujer pragmática que trabajaba de secretaria en la misma universidad en la que su marido lo hacía, pudo ver desde el primer día que su hija adoptiva pasó en su casa el interés que la joven tenía por todo el comportamiento en lo que a los seres humanos se refería, puesto que todos los años que había pasado en el hogar de acogida le habían enseñado a escuchar, a ver todo lo que pudiese, sin dejarse ver mientras que asimilaba la información.
De esa manera, la mujer pudo reconducirla, muy acertadamente, hacia la carrera de Psicología en cuanto Kimberly manifestó las dudas en cuanto a sus estudios se refería a los diecisiete años, a un paso de entrar en la universidad en la cual su padre adoptivo ejercía como rector, teniendo la entrada asegurada de antemano.
Así fue cómo Kimberly accedió a la prestigiosa universidad, decidiendo, muy acertadamente, que lo que quería hacer era Psicología, dándole las gracias a Jackie por haberla sabido guiar hasta esa decisión, un hecho que con sus capacidades, desde luego no le había pasaod desapercibido.
En los cuatro años que cursó la carrera, Kimberly formó parte de la hermandad femenina por excelencia, Kappa Alpha Theta, más por presión materna, puesto que su madre adoptiva había sido una Theta, que por afiliación con los intereses que estas chicas manifestaban.
Aquellos cuatro años pasaron volando para la joven, quien a los veintitrés años, recién graduada cum laude, se vio con la oferta por parte del señor Fitzgerald para ser la orientadora de la universidad, un puesto que recientemente había quedado vacante por la jubilación del anterior orientador, el cual Kimberly aceptó de buena gana, viendo así una manera de sacarle partido a todo cuanto había aprendido.
Personalidad: Es una persona a la cual la vida le ha enseñado que la paciencia y la tranquilidad son factores muy importantes si se quiere salir adelante con todo lo que se te ponga por delante.
La constancia es una de sus mayores virtudes, cuando se propone algo no se detiene hasta conseguirlo, aunque considera que es tan importante el fin como los medios para conseguirlo, negándose a hacer algo si no es de manera honrada.
Se negó a acceder únicamente a la universidad y a su actual puesto de trabajo por ser simplemente la hija del rector, por lo que trabajó muy duro hasta poder lograrlo de una manera justa.
Considera que ayudar a quien pueda es una de las mejores cosas que hará en la vida, y por ahora prefiere centrarse en su trabajo, aunque, como cualquier persona, tiene varias fantasías amorosas que trata, a veces en vano, que no interrumpan su trabajo.
Asignatura que imparte: Actualmente es la orientadora de la universidad.
FC: Jayma Mays
Curiosidades: [al gusto del user.]
LIBRE.
Nombre: Ciara Rowe
Edad: 36 años
Historia: una de las noches mas frías que jamás se habían vivido en el pequeño pueblo de Frederick, la primogénita de la conocida familia Blank dio a luz en el 1981 a una dulce y pequeña futura amante del arte, Aun que sus padres ya lo tenían todo planeado para ella. Esta creció en un lugar lleno de amor y ambición, sin suficientes horas como para poder disfrutar de su infancia. Empezó al colegio público como todos los niños del pueblo. A los tres años empezó a dar clases de piano, y a practicar distintos deportes, pero su familia, no tardó en mandarla al colegio privado en el pueblo del lado. A los cinco años empezó los entrenamientos en serio para tennis y atletismo, y a esa edad empezó a pintar y a descubrir una diversión diferente en el dibujo. A parte al terminar sus actividades extra escolares, inició las clases de repaso que sus padres la forzaban a asistir para asegurarse que sería la primera de la clase. A sus doce años de edad, fue admitida a una de las escuelas preparatorias mas prestigiosas donde cursaría sus próximos años antes de empezar en la universidad. Aun que como se podía observar, la presión que la pequeña Ciara recibió por parte de sus seres queridos, era demasiado y esta explotaría en un momento u otro. Así fue. Al cumplir sus quince años, fue invitada a una fiesta de cumpleaños de una de las chicas que iba a su prestigioso colegio. La fiesta era exactamente como creía que sería. Ricas familias escuchando música clásica en directo mientras sus hijos estarían comiendo ricos y sabrosos canapés de gamba y salmón. Ciara no entendía como podían llamar a eso fiesta, ella pensaba que una fiesta era un acontecimiento donde la diversión estaba asegurada, y donde la comida basura era la estrella. Aún que ya estaba acostumbrada a ese tipo de festejos. Pero la noche cambiaría por completo. La pequeña no era capaz de estar mas de 30 minutos fingiendo una sonrisa, por lo que en la que podía se alejaba a la ventana para observar la gente que pasaba. Le gustaba imaginarse como sería la vida de los demás; donde vivirían, cuales serían sus aficiones... todo era válido en su imaginación. Pero su vista se quedó parada a un grupo de chicos y chicas que estaban sentados en las escaleras de un portal. Sus risas llenaban las calles de esa triste ciudad. Ciara nunca había visto tanta diversión junta y no podía quedarse sin averiguar que estaban haciendo. Fue fácil escapar de la fiesta, debido a la cantidad de gente que había. Así que puso su cabeza en alto y cruzó la puerta que le daba la libertad hacia la calle. Trató de parecer segura de si misma, y se acercó sin ningún plan en su cabeza hacia los chicos. Se quedó callada a escasos metros de ellos y su presencia enseguida fue notada. Por lo visto su vestido y joyas les llamaron la atención. Así que se pasó el resto de la noche con ellos, hablando y dándose a conocer. Fueron los primeros amigos que hizo, y conoció a Christopher, de quien se enamoró.
Empezó a faltar a algunas de sus clases, para poder quedar con ellos y pasar las tardes deambulando por las calles. Empezó a dibujar gracias de que una de sus amigas le enseñó algunos trucos t cada día su ausencia tanto a clases como en casa, aumentaba. Todo iba bien, excepto en casa. Pero todo empeoró al enterarse, y al dar la notica a sus padres, de que estaba embarazada. Cumplió los dieciséis años y mas de medio año después, dio a luz de Zoe Rowe. El miedo de que sus padres hicieran con Zoe lo que habían hecho con ella le invadía todo el cuerpo. Y la ausencia de Christopher, el cual desapareció al saber que iba a ser padre con tan solo dieciocho años, creaba lágrimas y mares en sus ojos. Así que la primera noche al tener el alta del hospital, se alejó de sus padres, con su hija, hacia las afueras del pueblo donde una muy amable mujer le accedió a dormir en el cobertizo y le dio trabajo a su hotel.
Ciara creció alejada de sus padres con una hija, educándola y enseñándole los personajes básicos de la literatura, historia, política, artistas en general, mientras en su escaso tiempo libre, dibujaba y aprendía por si misma. Cuando Zoe cumplió sus dieciséis, Ciara decidió empezar lo que siempre había querido, y se puso a estudiar artes en la universidad. Cuatro años mas tarde, fue matriculada y al siguiente año, con 36, fue aceptada para trabajar en una de las mas prestigiosas universidades, donde su hija, quien consideraba su mejor amiga, fue aceptada también para estudiar.
Personalidad: la locura y la impulsividad son dos factores característicos de Ciara. Es ambición; dile que no puede hacer algo, y lo hará. Aun que también podría ser rebeldía. Desde pequeña ha destacado en escuchar solo cuando ella ha querido o le ha interesado, al igual que ha aprendido en salirse siempre con la suya, ya sean por hechos propios o no. Es extrovertida, y abierta y no tiene filtros cuando se trata de decir la verdad. Aun que tiene tacto, o al menos lo intenta. Tiene un sentido del humor que pocos pueden entender. Hace broma con todo lo posible, incluso cuando sabe que no debería hacerlo. Y aún estar siempre sonriente y mostrando su mejor cara siempre, tiene como una especie de coraza, en cuanto se trata de hombres. Es muy enamoradiza, y como he dicho; impulsiva. Por lo que las locuras en el amor aumentan las de su día a día. Es capaz de irse del país por amor, y eso es algo que quiere cambiar. Aun que es dependiente, sabes que haría lo que fuera por estar con la persona que quiere. Lo que sea, siempre y cuando no perjudique a lo mas importante para ella; su hija. Y aun que parece un torbellino de ilusiones, y debo admitir, que a veces parece mas adolescente que su propia hija, la calma reina en su mente cuando se pone delante de un lienzo. Su imaginación abre las puertas y sus pensamientos quedan reflejados en el panel. Para calmarse es lo mejor que conoce.
Asignatura que imparte: Profesora de artes plásticas; dibujo artístico.
FC: Rebecca Rittenhouse
Curiosidades:
Su hija es su mejor amiga.
Puede beber seis tazas de café y seguir como si nada.
Su comida favorita son los fideos chinos.
No cocina, pero es experta en comprar comida rápida.
Uno de sus sueños es recorrer Europa con su hija cuando esta cumpla 21 años.
Es fan de Patty Smith.
Es capaz de hacer lo que sea por una taza de café.
No entiende a la gente que no desayuna.
Nombre: Ciara Rowe
Edad: 36 años
Historia: una de las noches mas frías que jamás se habían vivido en el pequeño pueblo de Frederick, la primogénita de la conocida familia Blank dio a luz en el 1981 a una dulce y pequeña futura amante del arte, Aun que sus padres ya lo tenían todo planeado para ella. Esta creció en un lugar lleno de amor y ambición, sin suficientes horas como para poder disfrutar de su infancia. Empezó al colegio público como todos los niños del pueblo. A los tres años empezó a dar clases de piano, y a practicar distintos deportes, pero su familia, no tardó en mandarla al colegio privado en el pueblo del lado. A los cinco años empezó los entrenamientos en serio para tennis y atletismo, y a esa edad empezó a pintar y a descubrir una diversión diferente en el dibujo. A parte al terminar sus actividades extra escolares, inició las clases de repaso que sus padres la forzaban a asistir para asegurarse que sería la primera de la clase. A sus doce años de edad, fue admitida a una de las escuelas preparatorias mas prestigiosas donde cursaría sus próximos años antes de empezar en la universidad. Aun que como se podía observar, la presión que la pequeña Ciara recibió por parte de sus seres queridos, era demasiado y esta explotaría en un momento u otro. Así fue. Al cumplir sus quince años, fue invitada a una fiesta de cumpleaños de una de las chicas que iba a su prestigioso colegio. La fiesta era exactamente como creía que sería. Ricas familias escuchando música clásica en directo mientras sus hijos estarían comiendo ricos y sabrosos canapés de gamba y salmón. Ciara no entendía como podían llamar a eso fiesta, ella pensaba que una fiesta era un acontecimiento donde la diversión estaba asegurada, y donde la comida basura era la estrella. Aún que ya estaba acostumbrada a ese tipo de festejos. Pero la noche cambiaría por completo. La pequeña no era capaz de estar mas de 30 minutos fingiendo una sonrisa, por lo que en la que podía se alejaba a la ventana para observar la gente que pasaba. Le gustaba imaginarse como sería la vida de los demás; donde vivirían, cuales serían sus aficiones... todo era válido en su imaginación. Pero su vista se quedó parada a un grupo de chicos y chicas que estaban sentados en las escaleras de un portal. Sus risas llenaban las calles de esa triste ciudad. Ciara nunca había visto tanta diversión junta y no podía quedarse sin averiguar que estaban haciendo. Fue fácil escapar de la fiesta, debido a la cantidad de gente que había. Así que puso su cabeza en alto y cruzó la puerta que le daba la libertad hacia la calle. Trató de parecer segura de si misma, y se acercó sin ningún plan en su cabeza hacia los chicos. Se quedó callada a escasos metros de ellos y su presencia enseguida fue notada. Por lo visto su vestido y joyas les llamaron la atención. Así que se pasó el resto de la noche con ellos, hablando y dándose a conocer. Fueron los primeros amigos que hizo, y conoció a Christopher, de quien se enamoró.
Empezó a faltar a algunas de sus clases, para poder quedar con ellos y pasar las tardes deambulando por las calles. Empezó a dibujar gracias de que una de sus amigas le enseñó algunos trucos t cada día su ausencia tanto a clases como en casa, aumentaba. Todo iba bien, excepto en casa. Pero todo empeoró al enterarse, y al dar la notica a sus padres, de que estaba embarazada. Cumplió los dieciséis años y mas de medio año después, dio a luz de Zoe Rowe. El miedo de que sus padres hicieran con Zoe lo que habían hecho con ella le invadía todo el cuerpo. Y la ausencia de Christopher, el cual desapareció al saber que iba a ser padre con tan solo dieciocho años, creaba lágrimas y mares en sus ojos. Así que la primera noche al tener el alta del hospital, se alejó de sus padres, con su hija, hacia las afueras del pueblo donde una muy amable mujer le accedió a dormir en el cobertizo y le dio trabajo a su hotel.
Ciara creció alejada de sus padres con una hija, educándola y enseñándole los personajes básicos de la literatura, historia, política, artistas en general, mientras en su escaso tiempo libre, dibujaba y aprendía por si misma. Cuando Zoe cumplió sus dieciséis, Ciara decidió empezar lo que siempre había querido, y se puso a estudiar artes en la universidad. Cuatro años mas tarde, fue matriculada y al siguiente año, con 36, fue aceptada para trabajar en una de las mas prestigiosas universidades, donde su hija, quien consideraba su mejor amiga, fue aceptada también para estudiar.
Personalidad: la locura y la impulsividad son dos factores característicos de Ciara. Es ambición; dile que no puede hacer algo, y lo hará. Aun que también podría ser rebeldía. Desde pequeña ha destacado en escuchar solo cuando ella ha querido o le ha interesado, al igual que ha aprendido en salirse siempre con la suya, ya sean por hechos propios o no. Es extrovertida, y abierta y no tiene filtros cuando se trata de decir la verdad. Aun que tiene tacto, o al menos lo intenta. Tiene un sentido del humor que pocos pueden entender. Hace broma con todo lo posible, incluso cuando sabe que no debería hacerlo. Y aún estar siempre sonriente y mostrando su mejor cara siempre, tiene como una especie de coraza, en cuanto se trata de hombres. Es muy enamoradiza, y como he dicho; impulsiva. Por lo que las locuras en el amor aumentan las de su día a día. Es capaz de irse del país por amor, y eso es algo que quiere cambiar. Aun que es dependiente, sabes que haría lo que fuera por estar con la persona que quiere. Lo que sea, siempre y cuando no perjudique a lo mas importante para ella; su hija. Y aun que parece un torbellino de ilusiones, y debo admitir, que a veces parece mas adolescente que su propia hija, la calma reina en su mente cuando se pone delante de un lienzo. Su imaginación abre las puertas y sus pensamientos quedan reflejados en el panel. Para calmarse es lo mejor que conoce.
Asignatura que imparte: Profesora de artes plásticas; dibujo artístico.
FC: Rebecca Rittenhouse
Curiosidades:
Su hija es su mejor amiga.
Puede beber seis tazas de café y seguir como si nada.
Su comida favorita son los fideos chinos.
No cocina, pero es experta en comprar comida rápida.
Uno de sus sueños es recorrer Europa con su hija cuando esta cumpla 21 años.
Es fan de Patty Smith.
Es capaz de hacer lo que sea por una taza de café.
No entiende a la gente que no desayuna.
LIBRE.
Nombre: Kurtis Ainsworth.
Edad: 36.
Historia:
Nacido en el seno de una familia acomodada, en el norte de Inglaterra, Kurtis creció rodeado de cultura y pasión por el saber desde el momento en el que puso un pié en aquella casa. Su padre, abogado y compositor en sus ratos libres y su madre, doctora, plantaron en el joven la semilla de la curiosidad por todo lo que le rodeaba asegurándose de que fuese un hombre de provecho en su futuro, por lo cual velaron hasta que el pelirrojo salió de sus últimos cursos e hizo las pruebas para entrar en la prestigiosa Universidad de Oxford.
Siendo el mayor de tres hermanos, el contacto de Kurtis con la medicina y los efectos de esta sobre el ser humano se dio desde la primera herida que su hermano menor se hizo y de la cual él había sido responsable directo.
Para otros quizás no hubiese sido más que una tontería, pero para el pelirrojo el estudio de todo lo que pudiese llevar a que una simple herida sanase era lo más interesante de las mismas.
Así pues y con los años, el apoyo que el muchacho le daba a esta rama se fue haciendo cada vez más grande, hasta por fin catapultarlo a la facultad de medicina, en la cual entró con apenas 18 años, y de la cual salió en cuanto cumplió los 28.
A partir de ahí su vida se centró única y exclusivamente en impartir clases, cosa que le apasionaba, pero que a su vez le restaba tiempo para ocuparse de materias como su familia, o incluso su vida personal.
Personalidad: Su personalidad siempre había sido una gran baza en el terreno social, así como su facilidad de palabra y su don para comunicarse, aunque la seriedad que mostraba siempre solía echar para atrás a muchos curiosos, cosa que con los años fue empeorando hasta darle aquella fama como profesor que él siempre había detestado en los suyos a lo largo de los años.
Aunque era respetado por sus alumnos, el miedo de estos muchas veces a preguntar les hacía recular, y aquello sin duda era algo que Kurtis detestaba. Las cosas no cambiaron demasiado cuando, a los 30 opositó para cambiarse de Universidad e impartir ahora clases en la Universidad de Princeton, donde trabajaría hasta la actualidad.
Estudios que imparte en la universidad: Profesor de citología y patología.
FC: Michael Fassbender.
Nombre: Kurtis Ainsworth.
Edad: 36.
Historia:
Nacido en el seno de una familia acomodada, en el norte de Inglaterra, Kurtis creció rodeado de cultura y pasión por el saber desde el momento en el que puso un pié en aquella casa. Su padre, abogado y compositor en sus ratos libres y su madre, doctora, plantaron en el joven la semilla de la curiosidad por todo lo que le rodeaba asegurándose de que fuese un hombre de provecho en su futuro, por lo cual velaron hasta que el pelirrojo salió de sus últimos cursos e hizo las pruebas para entrar en la prestigiosa Universidad de Oxford.
Siendo el mayor de tres hermanos, el contacto de Kurtis con la medicina y los efectos de esta sobre el ser humano se dio desde la primera herida que su hermano menor se hizo y de la cual él había sido responsable directo.
Para otros quizás no hubiese sido más que una tontería, pero para el pelirrojo el estudio de todo lo que pudiese llevar a que una simple herida sanase era lo más interesante de las mismas.
Así pues y con los años, el apoyo que el muchacho le daba a esta rama se fue haciendo cada vez más grande, hasta por fin catapultarlo a la facultad de medicina, en la cual entró con apenas 18 años, y de la cual salió en cuanto cumplió los 28.
A partir de ahí su vida se centró única y exclusivamente en impartir clases, cosa que le apasionaba, pero que a su vez le restaba tiempo para ocuparse de materias como su familia, o incluso su vida personal.
Personalidad: Su personalidad siempre había sido una gran baza en el terreno social, así como su facilidad de palabra y su don para comunicarse, aunque la seriedad que mostraba siempre solía echar para atrás a muchos curiosos, cosa que con los años fue empeorando hasta darle aquella fama como profesor que él siempre había detestado en los suyos a lo largo de los años.
Aunque era respetado por sus alumnos, el miedo de estos muchas veces a preguntar les hacía recular, y aquello sin duda era algo que Kurtis detestaba. Las cosas no cambiaron demasiado cuando, a los 30 opositó para cambiarse de Universidad e impartir ahora clases en la Universidad de Princeton, donde trabajaría hasta la actualidad.
Estudios que imparte en la universidad: Profesor de citología y patología.
FC: Michael Fassbender.
LIBRE.
→ Nombre: Jake Nolan Turner.
→ Edad: 27 años.
→ Historia:
—Hijo de una pareja de inspectores de policía de clase media, Jake nació en la ciudad de Chicago un cálido día de verano. Desde el primer momento el pequeño fue recibido con los brazos abiertos, pues hacía mucho tiempo que ambos progenitores habían estado buscando un hijo sin aún encontrarlo. Todo parecía ir bien encaminado por entonces.
—Sin embargo, poco tiempo después la familia Turner podría comprobar que estaban muy equivocados: el nacimiento del pequeño había marcado el comienzo de una serie de desgracias. A los pocos meses el niño fue diagnosticado de una enfermedad pulmonar crónica, la cual a pesar de no causar la muerte dificultaría mucho su calidad de vida. Sus padres se vieron devastados, pues su sueño de tener una familia perfecta se había esfumado.
—Con los años Jake fue creciendo de forma sana. Sin embargo, aquello no impedía que sus padres le exigieran más que a cualquier niño normal, simplemente para que estuviera a la altura de estos. Siendo ellos realmente exigentes —algo que podía relacionarse con su profesión— el pequeño se esforzaba al máximo para satisfacer a sus padres. Si no era así, lo castigaban con tal de que no dejara de superarse, lo cual en ese momento no entendía.
—Llegada la adolescencia, Jake ya era un muchacho que había sido inculcado con los valores de dos policías, entre estos la rectitud y la exigencia. Su futuro ya estaba planeado: estudiaría Criminología y heredaría los dotes policiales de sus padres, para después dedicarse a ello. Sin embargo, el rubio siempre había sentido una pasión oculta por los niños y la enseñanza, lo cual nunca llegó a revelar a sus padres.
—Y nunca llegó a hacerlo precisamente porque estos murieron en un accidente de tráfico, justo cuando iban a la graduación de Jake. Fue un duro golpe del que difícilmente el chico podría recomponerse, volviéndose así en un universitario rebelde que más que por los estudios estaba pendiente de otros asuntos, asuntos que lo llevaron por el mal camino.
—Gracias a sus abuelos, con los cuales se mudó a vivir después de la muerte de sus padres, Jake pudo sobrellevar los malos hábitos y sacarse la carrera de Criminología, para después ingresar en el cuerpo policial de la ciudad de Chicago. Lo hizo gracias a las recomendaciones que había obtenido, pues, a pesar de no tener las mejores calificaciones, era el más brillante y el mejor en su campo.
—Así pasó unos cuantos años, encargándose de defender la ciudad en la que había nacido. En cuanto pudo se independizó, creyendo que su vida ya estaba resuelta. Sin embargo, Jake no era feliz haciendo lo que hacía. Le gustaba su trabajo, pero no lo llenaba completamente: se dio cuenta de que era hora de arriesgar por su sueño, el de la enseñanza.
—No tardó en ser reclamado como profesor por la Universidad de Princeton gracias a sus méritos como inspector, y tras mudarse pudo empezar una nueva vida, sin saber qué le depararía esta vez.
→ Personalidad:
Como profesor es duro y exigente, tomando como ejemplo la educación que le brindaron sus propios padres. No lo verás sonreír en clase, precisamente porque se toma su trabajo de manera muy profesional y no acepta que los alumnos lo traten como a uno más.
Sin embargo, fuera de las aulas puede llegar a ser un chico muy divertido, pues le encanta pasárselo bien y relajarse fuera de la universidad. Del mismo modo es amigable, aunque solamente con aquellas personas que lo merecen.
→ Asignatura/Carrera que imparte en la universidad: Criminología.
→ Club al que ayuda: Natación.
→ FC: Chris Evans.
→ Curiosidades:
—Practica natación desde pequeño, pues es un deporte que lo ayudó mucho con su enfermedad y lo ayuda a despejarse.
—Una de sus habilidades ocultas es dibujar, aunque solamente lo hace en sus ratos libres.
—Ya no sigue los malos hábitos que lo caracterizaron durante su adolescencia, aunque si se ve en apuros puede que acuda a ellos para alejarse de la realidad.
—Únicamente se ha enamorado una vez y, aunque no sea muy fanático de ir de flor en flor, de vez en cuando se lo permite.
→ Nombre: Jake Nolan Turner.
→ Edad: 27 años.
→ Historia:
—Hijo de una pareja de inspectores de policía de clase media, Jake nació en la ciudad de Chicago un cálido día de verano. Desde el primer momento el pequeño fue recibido con los brazos abiertos, pues hacía mucho tiempo que ambos progenitores habían estado buscando un hijo sin aún encontrarlo. Todo parecía ir bien encaminado por entonces.
—Sin embargo, poco tiempo después la familia Turner podría comprobar que estaban muy equivocados: el nacimiento del pequeño había marcado el comienzo de una serie de desgracias. A los pocos meses el niño fue diagnosticado de una enfermedad pulmonar crónica, la cual a pesar de no causar la muerte dificultaría mucho su calidad de vida. Sus padres se vieron devastados, pues su sueño de tener una familia perfecta se había esfumado.
—Con los años Jake fue creciendo de forma sana. Sin embargo, aquello no impedía que sus padres le exigieran más que a cualquier niño normal, simplemente para que estuviera a la altura de estos. Siendo ellos realmente exigentes —algo que podía relacionarse con su profesión— el pequeño se esforzaba al máximo para satisfacer a sus padres. Si no era así, lo castigaban con tal de que no dejara de superarse, lo cual en ese momento no entendía.
—Llegada la adolescencia, Jake ya era un muchacho que había sido inculcado con los valores de dos policías, entre estos la rectitud y la exigencia. Su futuro ya estaba planeado: estudiaría Criminología y heredaría los dotes policiales de sus padres, para después dedicarse a ello. Sin embargo, el rubio siempre había sentido una pasión oculta por los niños y la enseñanza, lo cual nunca llegó a revelar a sus padres.
—Y nunca llegó a hacerlo precisamente porque estos murieron en un accidente de tráfico, justo cuando iban a la graduación de Jake. Fue un duro golpe del que difícilmente el chico podría recomponerse, volviéndose así en un universitario rebelde que más que por los estudios estaba pendiente de otros asuntos, asuntos que lo llevaron por el mal camino.
—Gracias a sus abuelos, con los cuales se mudó a vivir después de la muerte de sus padres, Jake pudo sobrellevar los malos hábitos y sacarse la carrera de Criminología, para después ingresar en el cuerpo policial de la ciudad de Chicago. Lo hizo gracias a las recomendaciones que había obtenido, pues, a pesar de no tener las mejores calificaciones, era el más brillante y el mejor en su campo.
—Así pasó unos cuantos años, encargándose de defender la ciudad en la que había nacido. En cuanto pudo se independizó, creyendo que su vida ya estaba resuelta. Sin embargo, Jake no era feliz haciendo lo que hacía. Le gustaba su trabajo, pero no lo llenaba completamente: se dio cuenta de que era hora de arriesgar por su sueño, el de la enseñanza.
—No tardó en ser reclamado como profesor por la Universidad de Princeton gracias a sus méritos como inspector, y tras mudarse pudo empezar una nueva vida, sin saber qué le depararía esta vez.
→ Personalidad:
Como profesor es duro y exigente, tomando como ejemplo la educación que le brindaron sus propios padres. No lo verás sonreír en clase, precisamente porque se toma su trabajo de manera muy profesional y no acepta que los alumnos lo traten como a uno más.
Sin embargo, fuera de las aulas puede llegar a ser un chico muy divertido, pues le encanta pasárselo bien y relajarse fuera de la universidad. Del mismo modo es amigable, aunque solamente con aquellas personas que lo merecen.
→ Asignatura/Carrera que imparte en la universidad: Criminología.
→ Club al que ayuda: Natación.
→ FC: Chris Evans.
→ Curiosidades:
—Practica natación desde pequeño, pues es un deporte que lo ayudó mucho con su enfermedad y lo ayuda a despejarse.
—Una de sus habilidades ocultas es dibujar, aunque solamente lo hace en sus ratos libres.
—Ya no sigue los malos hábitos que lo caracterizaron durante su adolescencia, aunque si se ve en apuros puede que acuda a ellos para alejarse de la realidad.
—Únicamente se ha enamorado una vez y, aunque no sea muy fanático de ir de flor en flor, de vez en cuando se lo permite.